Un ejemplo de resiliencia que convierte el dolor en prevención
La DANA que azotó la Comunitat Valenciana el 29 de octubre de 2024 no solo dejó tras de sí 224 víctimas mortales y miles de damnificados. También marcó un antes y un después en la forma de afrontar los desastres naturales en nuestra sociedad. De esa tragedia surge ahora el Proyecto Ernesto Fuster Lázaro, una iniciativa pionera en España que busca transformar el duelo en acción preventiva, la pérdida en aprendizaje y la frustración en esperanza.
Un proyecto con rostro y con historia
Detrás de este proyecto hay un nombre propio que simboliza el dolor de muchas familias: Ernesto Fuster Lázaro, una de las víctimas mortales de aquella devastadora riada. Su hija, Sonia Fuster Bosch, convertida ahora en impulsora y coordinadora de la iniciativa, ha decidido canalizar su dolor personal para poner en marcha un proyecto que ayude a prevenir nuevas catástrofes.
El proyecto cuenta con el respaldo de la asociación SOS Desaparecidos, una entidad que tuvo un papel crucial durante los dramáticos días de la DANA, cuando numerosos cuerpos de emergencia y cientos de voluntarios se movilizaron para buscar a desaparecidos en múltiples municipios valencianos inundados.
Tres pilares fundamentales: formación, prevención y ayuda
El presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, resume el espíritu del proyecto:
“No se trata de hacer un congreso para juzgar lo que no se hizo, sino precisamente de aprender de los errores. Saber más y que los técnicos expliquen cómo hay que actuar.”
El Proyecto Ernesto Fuster Lázaro se basa en tres líneas de trabajo concretas:
- Formación: cursos, talleres y protocolos formativos dirigidos tanto a profesionales de emergencias como a la ciudadanía.
- Prevención: análisis de riesgos, elaboración de mapas de puntos vulnerables, simulacros y actualización de planes de actuación frente a fenómenos extremos.
- Ayuda: ofrecer apoyo psicológico, logístico y jurídico a los afectados por futuras catástrofes.
La iniciativa pone especial énfasis en la implicación de los cuerpos de emergencia, técnicos especialistas en meteorología, urbanismo, ingeniería hidráulica, socorrismo, psicología de crisis y gestión de emergencias.
Una lección que todavía está en proceso
La DANA de octubre no solo fue un episodio climatológico extremo. También destapó importantes carencias en la respuesta de las administraciones:
- Retrasos en la toma de decisiones de emergencia.
- Falta de coordinación inicial entre los distintos niveles de administración.
- Falta de previsión en puntos críticos del sistema de drenaje urbano.
- Problemas en la comunicación de alertas tempranas a la población.
El propio presidente de AEMET reconoció en su día que durante las primeras horas de la crisis hubo falta de liderazgo en la toma de decisiones de emergencia. Este contexto refuerza aún más la necesidad de un proyecto como este, no solo para preparar, sino para aprender colectivamente.
Reconstruir desde el dolor: “Que no quede solo el rencor”
El presidente de SOS Desaparecidos subraya que el proyecto no persigue una búsqueda de venganza sino de construcción:
«Hagamos algo para construir, algo para que el dolor no quede solamente en la venganza, en el odio, el rencor, la decepción o la frustración. Que el dolor lleve a un acto como este.»
Este enfoque de resiliencia social, muy poco habitual todavía en la gestión de desastres en España, pretende establecer redes permanentes de formación y acompañamiento que puedan activarse cada vez que se produzca una emergencia de gran magnitud.
Un primer congreso tras el verano
El primer gran paso del proyecto será la celebración de un congreso inaugural en Valencia después del verano de 2025, donde expertos de diferentes disciplinas expondrán propuestas concretas para mejorar la gestión de riesgos naturales en la Comunitat Valenciana. El objetivo es abordar los problemas desde un enfoque integral, reuniendo:
- Meteorólogos
- Hidrólogos
- Ingenieros civiles
- Urbanistas
- Psicólogos de emergencia
- Cuerpos de rescate y protección civil
- Representantes de administraciones públicas
El congreso aspira a sentar las bases de un modelo de respuesta más coordinado, preventivo y sensible a las víctimas, con protocolos unificados a nivel autonómico y estatal.
Un modelo que podría exportarse a otras comunidades
La experiencia vivida en la Comunitat Valenciana durante la DANA podría convertirse en referente para otras regiones españolas expuestas a riesgos climáticos similares. Las lluvias torrenciales, las inundaciones súbitas, el desbordamiento de ríos o los fenómenos de gota fría no son episodios aislados, sino eventos cada vez más frecuentes asociados al cambio climático.
El Proyecto Ernesto Fuster Lázaro aspira a ser no solo un homenaje a las víctimas, sino también un laboratorio permanente de preparación cívica frente a desastres naturales, con capacidad para exportar su modelo a todo el territorio nacional.