La tensión internacional se ha disparado tras un ataque militar de Estados Unidos contra objetivos iraníes, un hecho que ha provocado una fuerte reacción de Irán, quien ha anunciado que valora seriamente cerrar el estrecho de Ormuz como medida de represalia.
Esta estratégica vía marítima es fundamental para el transporte mundial de petróleo, y su bloqueo tendría consecuencias económicas y geopolíticas de gran alcance.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha reaccionado con rapidez y ha convocado una reunión urgente para tratar el conflicto, mientras la comunidad internacional condena el ataque estadounidense y pide contención a ambas partes.
Irán responde con dureza
El Gobierno iraní ha calificado el ataque como una «clara violación del derecho internacional y un acto de agresión directa contra la soberanía del país».
Según fuentes oficiales, las fuerzas armadas del país están en estado de máxima alerta, y el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, ha advertido que Irán «responderá con firmeza y sin vacilaciones».
Uno de los escenarios más preocupantes planteados por Teherán es el posible cierre del estrecho de Ormuz, un punto estratégico por el que transita aproximadamente el 20 % del petróleo mundial.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní afirmó que «si la seguridad de Irán se ve amenazada, todas las opciones están sobre la mesa, incluido el cierre de Ormuz».
La ONU condena el ataque y llama al diálogo
La Organización de las Naciones Unidas ha emitido una firme condena al ataque de EE.UU., señalando que
«el uso unilateral de la fuerza pone en peligro la paz y la seguridad internacionales»
La reunión urgente del Consejo de Seguridad, celebrada en la sede de Nueva York, refleja la preocupación global ante una posible escalada del conflicto en Oriente Medio.
En la reunión, varios países miembros han expresado su rechazo a las acciones militares unilaterales y han instado tanto a Washington como a Teherán a evitar una confrontación directa.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamamiento a la desescalada inmediata y al retorno a la diplomacia.
“El bombardeo de instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos marca un giro peligroso en una región que no puede soportar otro ciclo de destrucción.
Como acabo de decir al Consejo de Seguridad, debemos actuar de inmediato y con determinación para detener los combates y volver a negociaciones serias y sostenidas sobre el programa nuclear de Irán.
Para evitar una espiral interminable de represalias, debe imponerse la diplomacia. Hay que proteger a la población civil. Debe garantizarse una navegación marítima segura”
Peligro para el comercio mundial
El estrecho de Ormuz es una arteria vital para el comercio energético global.
Más de 18 millones de barriles de crudo cruzan diariamente este paso, que conecta el Golfo Pérsico con el mar de Omán.
Su cierre o bloqueo no solo elevaría drásticamente los precios del petróleo, sino que también supondría un grave riesgo para la seguridad marítima internacional.
Expertos en geopolítica advierten que una acción de este tipo por parte de Irán podría provocar una respuesta militar inmediata de Estados Unidos y sus aliados, lo que conduciría a un conflicto abierto en la región.
Además, se teme que grupos armados afines a Irán en países como Irak, Siria o el Líbano puedan intensificar sus acciones.
Preocupación internacional y posible mediación
Varias potencias mundiales, incluida China, Rusia y la Unión Europea, han manifestado su preocupación por el deterioro de la situación y han ofrecido sus buenos oficios para facilitar una salida diplomática.
Bruselas ha pedido la «máxima moderación» y ha propuesto una reunión de alto nivel para reducir tensiones.
La situación sigue siendo muy delicada, y cualquier nuevo movimiento podría encender una crisis de alcance global.
Mientras tanto, el mundo observa con atención los próximos pasos de Irán y Estados Unidos, con la esperanza de que prevalezca la vía del diálogo.
La postura de España
Pedro Sánchez ha dicho al respecto:
«Oriente Medio está al borde del abismo. Es urgente hacer un llamamiento a la contención y a la desescalada, a la diplomacia y al diálogo. Lamentamos la pérdida de vidas civiles en este conflicto.
Irán no debe acceder nunca al arma nuclear, pero la estabilidad en la región solo se logrará en una mesa de negociación, con pleno respeto del Derecho Internacional.
Necesitamos una solución diplomática que establezca un marco de paz y seguridad integral para todos».
El ministro de Exteriores iraní está en Moscú
Araqchi viajó ayer a Moscú para tratar con Putin el ataque de EEUU.
«Viajaré esta tarde y me reuniré con Putin el lunes por la mañana.
Rusia es un amigo de Irán y disfrutamos de una relación estratégica. Siempre nos consultamos y coordinamos nuestras posiciones.
Siempre ha sido una parte de las conversaciones nucleares y siempre hemos informado a nuestros amigos rusos de las evoluciones de nuestras conversaciones, o de la falta de progreso más bien, con Estados Unidos», ha indicado Araqchi durante una comparecencia en Estambul (Turquía).
El mundo está en máxima tensión a la espera de un entendimiento diplomático, pero lo más probable es que la escalada se vaya recrudeciendo.
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