Los vecinos del Faro de Cullera enfrentan varios problemas derivados de la acumulación de cañas y restos vegetales arrastrados por la DANA del 29 de octubre de 2024, especialmente en las playas del Faro y los Olivos.
Tras nueve meses del paso de las riadas que en Cullera dejaron toneladas de cañas acumuladas en sus playas, se procedió a una limpieza de los arenales pero no así de las rocas, y en la única cala de la provincia de Valencia, la Cala del Faro de Cullera miles de caños y restos de la riuà persisten 9 meses después.
Los problemas en el Faro de Cullera
Los principales inconvenientes son:
- Malos olores: Las cañas acumuladas en las rocas y la arena generan un fuerte olor a putrefacción que afecta a los residentes, obligándolos a cerrar ventanas en sus hogares, incluso en verano, ya que se encuentran a escasos metros de los edificios del Faro.
Proliferación de insectos: La descomposición de los restos orgánicos ha creado un foco de insectos, lo que incomoda a los bañistas y vecinos.
Riesgos para la salud y seguridad:
Los restos de cañas han causado heridas, con casos de personas que han necesitado puntos de sutura por cortes.
Inicialmente, se reportó la presencia de animales muertos entre las cañas, lo que representaba un riesgo de contagio y problemas de salubridad. Aunque los animales fueron retirados, la acumulación de residuos sigue siendo un problema.
Dificultades para el uso de las playas:
Los vecinos han dejado de bañarse en las playas cercanas debido a la suciedad y los riesgos, desplazándose a otras zonas.
La arena y las rocas están cubiertas de restos, lo que hace que las playas sean «impracticables» y peligrosas, incluso con calzado recomendado por el ayuntamiento.
Falta de respuesta efectiva del ayuntamiento:
A pesar de las promesas de limpieza manual en zonas de difícil acceso como acantilados y rompeolas, los vecinos denuncian lentitud y «desidia» por parte del consistorio. De hecho estas rocas donde se acumulan estas cañas son practicables de manera fácil para su limpieza, ya que en el resto de rocas, el oleaje de diversos temporales marítimos de nuevo las arrastró al mar y aparecieron de nuevo en las playas cercanas.
Los residentes de edificios como Estrella Polar, Cruz del Sur y Orión, en la Isla de los Pensamientos, han tomado la iniciativa de limpiar por su cuenta, amontonando restos para que el ayuntamiento los recoja, pero la situación persiste.
También existen infraestructuras dañadas. La DANA también afectó instalaciones como el lavapiés del edificio El Coloso, en la playa de los Olivos, cuya tubería principal sigue sin repararse, añadiendo molestias a los vecinos.
Los vecinos reclaman una intervención urgente para restaurar la normalidad en estas playas, especialmente ahora que ha comenzado la temporada estival.
A esto cabe sumar que el Ayuntamiento se había olvidado de conectar el lavapiés de la Playa de la Cala del Faro, por lo que no ha funcionado hasta hace escasos días.
Los vecinos del Faro exigen a Cullera explicaciones: «Sólo servimos para pagar»
Los vecinos del faro un verano más unen sus voces para protestar por el abandono municipal del Consistorio de Cullera dirigido por el socialista Jordi Mayor.
«Sólo servimos para pagar un IBI mucho más elevado que el pueblo, pero no tenemos servicios públicos»
Recuerdan que el autobús urbano ha descendido el número de convoyes que llegan al Faro, por lo que el servicio es un 60% menor del servicio que se ofrece en Cullera.
Muchos hoteles de esta zona tan turística exigen servicios, ya que el polideportivo más cercano se encuentra a más de 3 kilómetros y cualquier servicio municipal se ha de ir al pueblo.
La alcaldesa pedánea sólo atiende en verano y unas horas y gran parte de los días se encuentra un cartel con «vuelva mañana»…
«Sólo tenemos un médico dos horas a por la mañana y dos mañanas a la semana»
El mismo servicio médico que en invierno atiende a 1.000 personas para los cerca de 30.000 residentes en esta zona en verano, que ante cualquier incidencia son derivados al Hospital de La Ribera a 20 kilómetros de distancia.
Los contenedores y la recogida de basuras son otro problema, mientras que en el resto de la población la nueva contrata ya ha instalado los contenedores nuevos, en el Racó y el Faro aún siguen los mismos contenedores que hace 10 años, rotos y desgastados, y en época estival son insuficientes.