El Ayuntamiento de Vila-real ha decidido tomar medidas drásticas para preservar uno de sus espacios verdes más emblemáticos: el paraje del Termet. A partir de ahora, el acceso con vehículos de motor queda restringido en los alrededores del Centro de Congresos El Molí y en el inicio de la ruta botánica, con el objetivo de reducir el impacto ambiental y garantizar el disfrute seguro y sostenible de este entorno natural.
Un pulmón verde amenazado por el exceso de tráfico
La decisión llega tras el creciente número de denuncias relacionadas con estacionamientos indebidos y la afluencia masiva de coches y motos durante los meses de verano. Este espacio, concebido como una zona de ocio y deporte en plena naturaleza, se estaba viendo saturado por el tránsito rodado, lo que suponía un peligro tanto para el medio ambiente como para los usuarios del parque.
Desde el pasado 23 de junio, la Policía Local ha multado a más de setenta vehículos por incumplir la prohibición de acceso motorizado. El concejal de Seguridad Pública y Emergencias, Toni Marín, ha recalcado que estas sanciones buscan concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de respetar las normas que protegen los espacios naturales.
Menos ruido, menos humo y más respeto por la naturaleza
Las autoridades han subrayado que la medida tiene como finalidad preservar el equilibrio ecológico de la zona, reducir emisiones contaminantes y evitar el ruido que altera la fauna y la tranquilidad del entorno. La actuación también responde a la creciente demanda social de espacios naturales libres de vehículos, especialmente en épocas de alta ocupación como el verano.
Alternativas sostenibles y futuras mejoras
Para facilitar el acceso sin necesidad de invadir el entorno con vehículos, el consistorio recuerda que existe un aparcamiento de gran capacidad muy próximo al río, cerca de la piscina municipal y las zonas de ocio, desde donde es posible continuar la visita a pie o en bicicleta.
Además, el Ayuntamiento está trabajando en soluciones a largo plazo. Entre ellas, se plantea la instalación de sistemas que permitan garantizar el paso exclusivo a vehículos de emergencia o autorizados, blindando así la protección del entorno sin afectar a la seguridad.
Un modelo que se extiende por la Ribera
Este tipo de medidas ya se están replicando en otros municipios valencianos. Localidades como Sumacàrcer o Antella también han adoptado restricciones al tráfico para combatir la masificación estival en espacios naturales, apostando por un modelo de turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Con este cierre, Vila-real da un paso firme hacia la preservación de su patrimonio natural, demostrando que es posible compatibilizar ocio, deporte y sostenibilidad en un entorno privilegiado como el Termet.