Financiado por IVACE+i y los fondos FEDER, facilita la personalización de los tratamientos, mejorando así su eficacia con un control integral de la evolución de las patologías musculoesqueléticas.
Permite mejorar los resultados de la rehabilitación, reducir el tiempo de recuperación y empoderar al paciente en su proceso de recuperación, con la seguridad de estar.
El hospital Ribera IMSKE ha puesto en marcha el proyecto Kinessensor, que tiene como objetivo identificar, monitorizar y hacer seguimiento de lesiones o dolores en las articulaciones del cuerpo, ligamentos o músculos. Junto a Blautic Designs, AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico), Creso Printing Group y la Universitat Politècnica de Valéncia (UPV), Kinessensor ha permitido desarrollar una solución innovadora con Inteligencia Artificial (IA), que está enfocada en la obtención de un sistema portátil, que incluye el uso combinado de sensores impresos y convencionales en pacientes, que facilitan la información sobre la lesión.
Las enfermedades musculoesqueléticas, como la artrosis, la artritis o las lesiones deportivas, afectan a más de 1.700 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El proyecto Kinessensor, que cuenta con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i), a través del programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación en su convocatoria de 2024, y los fondos FEDER, investiga la integración de sensores impresos flexibles en bandas kinestésicas u órtesis para la medición inmediata y específica de variables críticas en los pacientes con lesiones o dolores musculoesqueléticos. Pero también desarrolla un sistema de análisis con comunicación inalámbrica de datos, incluye la monitorización en tiempo real de la evolución de estos pacientes, e incorpora la IA para identificar patrones que permitan a los profesionales sanitarios la corrección inmediata de los mismos.
Este sistema es una herramienta complementaria al diagnóstico y tratamiento presencial del paciente en el hospital Ribera IMSKE, que permite a los pacientes continuar sus ejercicios de forma autónoma en casa, con la seguridad de estar monitorizados. Los impulsores del proyecto Kinessensor han comprobado ya que mejora los resultados de rehabilitación, reduce el tiempo de recuperación y “empoderar al paciente en su proceso de recuperación”, destacan.
La prueba de concepto de Kinessensor ha puesto el foco en la inhibición muscular artrogénica (AMI), una condición que genera una hipertonía de la musculatura isquiotibial y está asociada con frecuencia, entre otras, a lesiones del ligamento cruzado anterior y la cirugía protésica de rodilla. La presencia de AMI conlleva contracturas musculares, aumento del dolor y dificultades en la rehabilitación. Esta herramienta permite su detección temprana y adelantar la toma de decisiones para prevenir molestias mayores y mejorar la evolución.