1. El tour que nadie esperaba
Las trabajadoras sexuales de Stop Abolición han decidido devolverle al PSOE un poco de su propia medicina… y lo han hecho con bisturí fino. Su invento: la “ruta abolicionista PSOE”, un mapa turístico nada convencional que señala diez locales —saunas, clubes de alterne y burdeles— supuestamente ligados al ya fallecido Sabiniano Gómez Serrano, suegro de Pedro Sánchez.

Entre las paradas, nombres que parecen sacados de una novela de humor negro: Sauna Adán, Sauna Princesa, el Kilómetro Ochenta… Un recorrido que, más que para abolicionistas, parece diseñado para exponer lo que llaman “la infinita hipocresía socialista”.
2. El tiro por la culata
Mientras el Ministerio de Igualdad se prepara para sacar adelante su gran ley abolicionista —esa que promete acabar con la prostitución en España—, las protagonistas del oficio han decidido recordar que, antes de prohibir, quizá convenga repasar la historia familiar.
El mensaje con el que presentan el tour es una obra maestra de la ironía:
“Si no tienes plan para este verano, prueba la ‘ruta abolicionista PSOE’, un paseo por los clubs de la familia Gómez Serrano. Los locales que posibilitaron lanzar la candidatura de Pedro, el liberador de mujeres jamás requerido”.
O lo que es lo mismo: si vas a dártelas de salvador, al menos barre primero tu propia casa.
3. El momento político perfecto… para un escándalo
La campaña no podía llegar en peor —o mejor— momento para el PSOE. Con la ley abolicionista como buque insignia y un clima político ya enrarecido por otros escándalos internos, el mapa de Stop Abolición es gasolina pura para la oposición.
Quienes están en contra de la norma lo ven como la prueba de que la moral socialista es muy selectiva: se alza la bandera de la lucha contra la explotación sexual mientras, en paralelo, se pasa de puntillas por un pasado familiar bastante incómodo.
4. Golpe a la imagen pública
La “ruta” no es solo un ataque político: es un recordatorio visual, directo y difícil de borrar. Cada punto del mapa es un dardo envenenado al relato oficial del Gobierno, que presume de ser paladín de la igualdad.
Y aunque los portavoces del PSOE insistan en mirar hacia otro lado, lo cierto es que esta campaña ha logrado que la conversación ya no sea sobre la ley… sino sobre quién puede dar lecciones de moralidad y quién no.