Óscar Puente vuelve a convertir sus vacaciones en una gira de tuits polémicos, mezclando fuego real con fuego dialéctico. El ministro de Transportes se enzarza con el PP mientras 2.000 personas huyen de un incendio en Tarifa.
Introducción: Cuando la lengua va más rápido que los bomberos
España arde. Literalmente. Pero mientras los servicios de emergencia intentan contener un fuego en Tarifa que ha obligado a evacuar campings, hoteles, chiringuitos y hasta sombrillas de Hello Kitty, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha encendido su propio incendio… en X (antes Twitter, ahora directamente un campo de batalla con WiFi).
Y no hablamos de incendios figurados del tipo “tuit que se calienta y se hace viral”. No. Hablamos de frivolizar con llamas reales, evacuaciones reales y un país que, entre ola de calor y políticos en modo «sálvese quien pueda», parece cada vez más un sketch de «Muchachada Nui» escrito por Kafka.
El tuit que ardió más rápido que la maleza
Todo comenzó con un tuit. Bueno, con tres. Porque si algo tiene Óscar Puente —además de tiempo libre y conexión 5G— es verborrea digital. El ministro, desde su atalaya en la red social X, aprovechó la situación de emergencia en Tarifa para lanzar una pulla al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco:
“Este a Mañueco le pilla más cerca que los de Castilla y León. Igual puede echarle una mano a Juanma”.
¿Ironía fina? ¿Humor negro? ¿Un intento de sarcasmo que se le quedó a medio asar? Da igual. Porque el incendio era real, el drama palpable, y Twitter no es precisamente el sitio para chistes sutiles sobre fuego cuando hay gente desalojando en chanclas y con los flotadores puestos.
Pero esto no se quedó ahí.
Puente, en lo que parecía un concurso interno de “¿cómo meter más la pata en menos caracteres?”, decidió redoblar la apuesta:
“Dile a Mañueco que las vacaciones están sobrevaloradas. Que se vuelva de Cádiz a Castilla y León que se está quemando de arriba a abajo”.
Y como el que no quiere apagar su propio fuego, remató con otro tuit dirigido al propio Mañueco:
“¿Centrado? Estás un poco al sur”.
Puente, campeón. Si esto fuera un campeonato de “hombre que no sabe cuándo cerrar la aplicación”, tendría ya medalla de oro, platino y una suscripción vitalicia a “Curso intensivo de tacto político”.
¿Qué demonios pasó en Tarifa?
Pero entre tanta chispa digital, lo verdaderamente importante quedó en un segundo plano: el fuego real. Ese que no se borra con un “Eliminar tuit” ni se apaga con declaraciones en prime time.
El incendio declarado en la costa gaditana obligó a desalojar a más de 2.000 personas, cerrar campings, evacuar hoteles y dejar la zona convertida en una mezcla entre película apocalíptica y domingo de resaca.
Desde la Junta de Andalucía se pidió incluso el confinamiento domiciliario de aquellos que estuvieran cerca del fuego y no hubieran sido evacuados, por riesgo de inhalación de humo. Porque si algo faltaba en agosto era el flashback a la pandemia.
¿Y mientras tanto? Pues los ciudadanos, con el coche cargado de maletas, perros, suegras y neveras portátiles, intentando huir mientras algunos políticos usaban el desastre como munición de guerra en X.
¿Dónde están los límites del humor político?
Óscar Puente borró el tuit, pero no pidió perdón. Porque en política, como en el parchís, el “me como una y cuento veinte” está a la orden del día. En su lugar, se defendió con un nuevo mensaje en el que, lejos de rebajar el tono, lo subió dos niveles y lo sazonó con un toque de indignación vintage:
“No hay desgracia que no les pille de farra. (…) Ese es el drama y no un tuit ni doscientos. Sinvergüenzas”.
Vamos, que según él, el problema no era hacer bromas sobre un incendio mientras ardía medio campo andaluz, sino que los del PP estaban de vacaciones y no reaccionaban con la celeridad debida. Puente lo dejó claro: “El tuit no es el drama. El drama son ellos”.
Y puede que tenga algo de razón. Pero también es cierto que, si estás en una pelea de barro, igual no es buena idea lanzarle cócteles molotov al contrincante mientras hay una pira detrás de ti.
Reacciones en redes: cuando el pueblo tiene más sentido común que los ministros
No tardaron en llegar las reacciones en redes. Algunos apoyaban a Puente, porque todo sea dicho, el PP no es precisamente un referente en gestión forestal. Otros, en cambio, veían en sus tuits una frivolización innecesaria de una tragedia ambiental que afecta a miles de personas.
Lo más curioso fue ver cómo el incendio pasó a un segundo plano, eclipsado por los dardos digitales y el salseo político. Un clásico español: se quema el monte, pero el trending topic es quién lo usó mejor para ganar puntos electorales.
El eterno agosto español: calor, incendios y políticos peleando en chanclas
Todos los veranos pasa algo así. Es como un ritual: agosto en España trae calor extremo, incendios forestales, ministros en chanclas y polémicas digitales. Y mientras los ciudadanos intentan no derretirse, los políticos se dedican a hacer oposición desde la tumbona.
Óscar Puente ya tiene historial en esto. Es como ese cuñado que empieza bien la barbacoa, pero acaba soltando comentarios que nadie pidió justo cuando la suegra llega con la ensaladilla.
Lo peor de todo es que ya ni sorprende. En lugar de exigir responsabilidades, pedir coordinación o preocuparse por los desalojados, la guerra es por ver quién hace el meme más ácido. Y el fuego, mientras tanto, avanza.
Una petición, una imagen (y no es un meme)
Aquí iría bien una imagen del incendio real de Tarifa, para que a todos —incluido Puente— se les quede grabado en la retina que esto no es una serie de Netflix. Es real. Y quema.
🖼️ Solicito imagen de un incendio forestal en la costa de Tarifa, con evacuaciones, humo y equipos de emergencia actuando. Esto para contextualizar y dar visibilidad a la tragedia real que se está viviendo.
Conclusión: Puente, baja el móvil y coge el extintor
Mientras el país arde y las vacaciones se convierten en una parodia de sí mismas, el mensaje es claro: menos tuits y más acción. O al menos, menos sarcasmo sobre tragedias en curso. La política no necesita más espectáculo. Necesita soluciones. Y empatía. Aunque sea en agosto.
Y tú, querido lector, ¿qué crees que debería apagarse antes: el incendio de Tarifa o el móvil de Óscar Puente?