La Catedral de Valencia y el campanario del Miguelete estrenarán una iluminación ornamental de última generación a partir de febrero de 2026. El proyecto, con un presupuesto de 300.000 euros, busca realzar la majestuosidad nocturna de estos dos símbolos de la ciudad combinando estética, sostenibilidad y respeto al patrimonio histórico.
Una alianza para la cultura y la identidad
El acuerdo fue rubricado por la alcaldesa María José Catalá, el arzobispo Enrique Benavent y el presidente de la Fundación Iberdrola, Jaime Alfonsín, quienes destacaron la importancia del proyecto para la proyección cultural y turística de la ciudad.
Catalá subrayó que la Catedral y el Miguelete son “dos iconos inseparables de nuestra historia y nuestra identidad colectiva”, y que esta iniciativa no solo moderniza el alumbrado, sino que ofrece una nueva manera de mirar estos monumentos. “Dar vida a los símbolos que construyen nuestra identidad es un compromiso moral con las generaciones que nos precedieron y con las que vendrán”, señaló.
El arzobispo Benavent, por su parte, definió el proyecto como un motivo de orgullo para el pueblo valenciano: “Que la torre campanario y la portada de la iglesia luzcan en la noche es un signo de orgullo y pertenencia, porque son los elementos más característicos de nuestro patrimonio cultural”.
Tecnología eficiente y respeto al medio ambiente
La nueva instalación sustituirá el sistema actual por proyectores LED de bajo consumo, alimentados en parte por energías renovables. De esta manera, se logrará un importante ahorro energético sin renunciar al impacto visual.
Las luminarias estarán cuidadosamente diseñadas para resaltar la piedra, los volúmenes y la monumentalidad de la Catedral y el Miguelete, integrándose de forma armónica en el paisaje urbano de la plaza de la Virgen y el centro histórico.
Un paso más en la “revolución cultural”
La Fundación Iberdrola ya ha trabajado en Valencia en proyectos similares, como la iluminación del Palau de la Música en 2024, que redujo un 40 % el consumo energético. Además, ha promovido la exposición itinerante “El Prado en las calles”, que acercó al público valenciano algunas de las grandes obras de la pinacoteca nacional.
Con esta nueva actuación, Valencia refuerza su apuesta por la cultura como motor de ciudad. “La Catedral y el Miguelete no solo definen nuestra silueta urbana, también nos conectan con nuestra memoria colectiva”, destacó Catalá.
La intervención, que se espera concluya en febrero de 2026, transformará las noches del centro histórico. La piedra gótica y barroca volverá a brillar con fuerza, devolviendo a Valencia la luz que la hace única.