La plaga de medusas en las playas de Gandia (Safor) se ha convertido en uno de los grandes problemas del verano. La presencia de estos animales se ha disparado de forma inédita en 2025 y ha obligado al Ayuntamiento, junto con la cofradía de pescadores, a poner en marcha un dispositivo para retirar la mayor cantidad posible.
Barcas en busca de medusas cada mañana
Desde primera hora, decenas de barcas salen al mar con un objetivo claro: capturar medusas. Los pescadores aseguran que nunca habían visto una situación semejante:
“Cada vez son más, hay que tomar medidas ya”, explica un veterano marinero.
Antes de zarpar, los navegantes se deshacen de las capturas del día anterior: veinte capazos repletos de medusas muertas, tratadas con un producto especial para neutralizarlas antes de devolverlas al mar. Una vez inofensivas, sirven de alimento para otras especies.
El mar, cada vez más cálido
El aumento de la temperatura del agua es uno de los factores clave que explican esta proliferación. Cada verano, el mar se calienta más rápido y durante más tiempo, lo que convierte la costa valenciana en el caldo de cultivo perfecto para las medusas.
Pese a que los pescadores salen de manera constante, sobre todo los fines de semana, reconocen que el esfuerzo es insuficiente ante la magnitud de la plaga. A media mañana, muchas embarcaciones regresan a puerto con los capazos llenos, reflejo de la enorme cantidad de ejemplares presentes en el litoral.
















