El colegio Lluís Vives de Massanassa, uno de los centros educativos más golpeados por la DANA del pasado otoño, ha comenzado este mes de agosto su proceso de demolición. La decisión llega tras casi diez meses de incertidumbre, daños irreparables y un trágico accidente que marcó la historia reciente del municipio.
Una tragedia en medio de la catástrofe
El 24 de noviembre de 2024, cuando apenas habían transcurrido unas semanas de la riada que asoló la comarca de l’Horta Sud, el centro se convirtió en escenario de una desgracia. Durante las labores de limpieza de la cubierta, gravemente dañada por el temporal, un trabajador de 51 años perdió la vida al ceder parte de la estructura. Otro operario resultó herido leve.
La noticia sacudió a la comunidad educativa y a los vecinos de Massanassa, que ya sufrían las consecuencias de un colegio inservible, con grietas, filtraciones y un estado estructural catalogado como “irrecuperable” por los técnicos.
Diez meses de espera hasta la demolición
Después de meses de evaluaciones, trámites y la declaración oficial de daños severos, las máquinas han comenzado por fin a trabajar. Los primeros pasos incluyeron el vallado perimetral, el cierre de accesos y restricciones de estacionamiento en la zona. Ahora, los equipos ya han iniciado el derribo de los bloques centrales del edificio, un proceso que se prolongará varias semanas.
Las imágenes de las excavadoras reduciendo a escombros un colegio que durante décadas albergó a generaciones de alumnos son un símbolo del impacto que dejó la DANA en la comarca.
Un plan de emergencia educativa
El caso del Lluís Vives forma parte de un paquete de actuaciones de mayor alcance impulsado por la Conselleria de Educación, con un presupuesto de 3,3 millones de euros destinados a la demolición de cinco centros educativos arrasados por la riada:
- IES Berenguer Dalmau de Catarroja
- CEIP Orba de Alfafar
- Escuela Infantil Ausiàs March de Massanassa
- CEIP Carme Miquel de Algemesí
- CEIP Lluís Vives de Massanassa
Además, el Consell declaró la situación de emergencia para acelerar la contratación de proyectos, dirección de obra y ejecuciones, con una inversión global que alcanza los 4,7 millones de euros.
Alfafar, siguiente en la lista
Mientras Massanassa asiste a la demolición del Lluís Vives, en Alfafar se preparan los trabajos para derribar el CEIP Orba, otro centro educativo declarado “irrecuperable” tras la DANA. El ayuntamiento ya ha iniciado los trámites previos y prevé comenzar las demoliciones en cuestión de semanas.
Aulas prefabricadas y medidas temporales
Para garantizar la escolarización de los alumnos afectados, la Conselleria ha puesto en marcha un plan urgente de aulas prefabricadas y obras de reparación en los municipios más castigados.
En Massanassa, se destinarán 2,8 millones de euros para dar servicio a los estudiantes del Lluís Vives y de la Escuela Infantil Ausiàs March, también inutilizada. En Alfafar, la cifra alcanza los 1,3 millones de euros para sustituir temporalmente al CEIP Orba.
Una herida abierta en la comunidad
Más allá de las cifras y de las máquinas, la demolición del Lluís Vives deja una herida emocional en Massanassa. Para muchos vecinos, el colegio no era solo un centro educativo, sino también un punto de encuentro social y un símbolo del barrio. La tragedia laboral que acompañó a la catástrofe natural ha reforzado el sentimiento de pérdida.
Con la vista puesta en el futuro, familias, docentes y autoridades reclaman que los nuevos proyectos no solo sustituyan lo que se ha perdido, sino que garanticen seguridad, modernidad y resiliencia frente a fenómenos meteorológicos cada vez más extremos.