La Generalitat ha restaurado una antigua cantera en el parque natural de la Calderona para convertirla en charca, que servirá de hábitat para anfibios en peligro de extinción.
Como ha señalado el secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio, Raúl Mérida, este programa “se centra en la recuperación de un anfibio emblemático en la Comunitat Valenciana, que se encuentra en estado vulnerable, por lo que es muy importante proteger y preservar esta especie”.
La charca estaba colmatada de sedimento y llena de plantas secas como la enea, por lo que había que rehabilitar la zona para que pudiera ser apta para el uso. Después de las tareas de acondicionamiento realizadas por personal voluntario de Ford, de la Fundació Oceanogràfic y de la escuela forestal EFA La Malvesía se ha conseguido volver a abrir la lámina de agua, creando el espacio ideal para la cría de los anfibios.
Además, para dotar de vegetación adecuada a este espacio, con la participación de las brigadas Red Natura 2000 y de Parques Naturales, se han plantado en la ribera 150 plantas de interés cultivadas en el Centro Acuícola de El Palmar. La actuación se ha culminado con la suelta de 150 ejemplares de gallipato, la única especie de anfibio con cola de la Comunitat Valenciana, que se encuentra catalogada como vulnerable.
La situación del gallipato
Este anfibio antes encontraba su hábitat en las charcas empleadas como abrevadero para el ganado, pero la desaparición de la ganadería ovina extensiva y de la trashumancia ha hecho que haya que optar por actuaciones de restauración de canteras y puntos de agua para evitar la desaparición del peculiar anfibio.
Asimismo, gracias a los veterinarios de L´Oceanogràfic, los 75 ejemplares de mayor tamaño llevan implantado un chip personalizado que permite su reconocimiento, lo que permite conocer el desplazamiento de los animales, crecimiento y longevidad.
El gallipato es la única especie de anfibios con cola, o urodelo, que existe en la Comunitat Valenciana, donde su población estaba en regresión. Solo se encuentra en la Península Ibérica y Marruecos y ha sido afectado por la contaminación, introducción de especies invasoras (peces y cangrejos) y pérdida de sus espacios naturales, por lo que se incluye en el Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España.
Esta situación ha acrecentado la necesidad de despertar la empatía de las personas más jóvenes hacia los anfibios, el grupo de vertebrados más amenazados del planeta, con el 50 % de las especies en peligro de extinción. Por ello, tanto la Fundación Bioparc como la Fundació Oceanogràfic trabajan en colaboración con la Generalitat Valenciana para difundir los valores de conservación de nuestras especies, empleando el gallipato como especie bandera.