El barrio de la Punta en Valencia tiene en su haber varias cicatrices que separan dos núcleos, de una las vías del tren de renfe, donde pasan desde Cercanías, mercancías y trenes de media y larga distancias, así como el Euromed. La otra cicatriz es la autovía, el inicio de la Autopista del Saler, al este el Puerto de Valencia y la ZAL oprime este barrio, al oeste y en el centro, así como al sur, las vias del tren y la autopista.
Es un barrio agrícola pero tiene la peculiaridad de estar a 5 minutos andando de la Ciutat de les Arts i les Ciencies, un barrio olvidado por la capital, que sólo se acerca en fiestas y para celebraciones pero que el resto del año olvida a su suerte.
En 2017 ya en el Pleno del Ajuntament de Valencia entonces Ciudadanos presentó una moción aprobada en el pleno para un Plan de Choque para el barrio, en 2019 se volvió a ratificar, pero aún sigue sin ejecutarse ese plan de choque. Sólo han existido procesos participativos que de participación han tenido poco y pos más que algún acto cultural y alguna limpieza puntual.
Hoy La Punta es el mismo barrio olvidado que lo era con Ribó, porque el Gobierno de María José Catalá y Vox ha olvidado esta pedanía, poble o barrio periférico de Valencia.
Robos
La solución de dos cámaras de tráfico instaladas en el Camí Vell no pueden sustituir a los agentes de la policía local como denuncian los vecinos. Las cámaras son accesorias a la labor policial, no para sustituir a ésta.
Esta semana se han registrado tres robos en la zona, dos en pisos y una en una alquería, robando efectivo, joyas, electrodomésticos,… los vecinos denuncian la poca presencia policial en la zona.
Abandono municipal constante
Las malas hierbas superan la altura de los vehículos y los materiales de derribo y restos de condones siembran los solares frente a la Iglesia de La Punta.
La pasarela peatonal sobre las vías de tren sigue igual de oxidada como antes y cruzar al otro lado es adentrarse a una selva que nadie limpia ni cuida. Un paseo a lo desconocido.
«Todo ha cambiado en el Ajuntament de Valéncia políticamente para que al final nada, cambie, abandono exactamente igual de Ribó y de Catalá»
Es la triste realidad, un barrio que no prospera y que no se cuida, incluso sigue sin explicarse el acceso de vehículos a la futura Ciudad Deportiva del Levante, por una carretera de huerta sin arcén y sin aceras…
Un Ayuntamiento que sólo se acuerda de La Punta para las celebraciones o las paellas, gobernar no es hacerse la foto, hay que gestionar… y de momento tanto Ribó como Catalá han fallado a los vecinos de La Punta.