Valencia, 5 de septiembre de 2025.
Diez meses después de la DANA que arrasó la provincia de Valencia, cientos de familias continúan dependiendo del reparto de alimentos organizado por la Asociación Estem en Catarroja. Lo que comenzó como una ayuda de urgencia a 190 familias, se ha transformado en un apoyo imprescindible para más de 250 hogares que aún sufren las secuelas de la riada.
Vergüenza y necesidad
Cada día, decenas de personas esperan en la puerta del pequeño local con carros y bolsas para recoger comida, agua o productos de higiene. “Vemos personas que antes no venían por vergüenza y ahora se acercan porque la necesidad es mayor. Muchos confiaron en las ayudas del Gobierno o del Consorcio de Seguros, pero no han llegado o han sido insuficientes”, explica Adriana, portavoz de la asociación.
Casos como el de Fernando, que durante meses resistió a pedir ayuda, se repiten ahora con frecuencia: “La reforma de la casa se ha disparado de precio y la indemnización ha sido muy inferior a lo esperado”.
También el de Manoli, que llega desde un pueblo vecino porque allí no existe este servicio: “No nos queda otra. Hay que salir adelante como podamos y no caer más en el agujero”, cuenta entre lágrimas.
Una ayuda básica para sobrevivir
Los lotes incluyen alimentos en conserva, leche, agua y productos de limpieza. Mari Carmen reconoce que su madre mayor se negaba a ir por miedo a ser juzgada: “Le digo que esto no es aprovecharse, es una necesidad. Antes pedir que robar”.
Otros, como Juan, que perdió su casa y ahora la reconstruye desde cero, insisten en que cada aportación es vital: “Solo quedaron las paredes. Los gastos son inasumibles y esta ayuda nos permite seguir adelante”.
Una normalidad aún lejana
La situación refleja que, a pesar de las promesas institucionales, la recuperación real avanza con lentitud. Para muchas familias, la vuelta a la normalidad sigue siendo un horizonte distante. “Estaremos aquí el tiempo que haga falta”, concluye Adriana, con la convicción de que la solidaridad es, hoy por hoy, el único sostén para cientos de damnificados.