Desarticulada una banda que estafó cerca de un millón de euros haciéndose pasar por empleados de banca
11 detenidos en una macrooperación en Cádiz, Barcelona, Alicante y Lleida
La Policía Nacional ha dado un golpe certero contra la ciberdelincuencia tras desarticular una organización criminal especializada en estafas bancarias que operaba en varias provincias españolas. La red logró engañar a al menos 273 víctimas, causándoles un perjuicio económico superior a 778.000 euros, aunque se estima que el daño podría alcanzar el millón de euros.
La operación, que ha requerido la participación de más de 100 agentes, ha culminado con la detención de 11 personas y la práctica de 11 registros domiciliarios en las provincias de Cádiz, Barcelona, Alicante y Lleida. Durante la intervención se incautaron criptoactivos, 27.660 euros en efectivo, joyas, relojes de lujo, dispositivos electrónicos, ropa de alta gama y armas de fuego.
Un timo bien orquestado: el “falso empleado de banca”
La investigación se inició a principios de año al detectarse un patrón común en varios casos de estafa repartidos por toda España. Los autores contactaban telefónicamente con sus víctimas simulando ser empleados del banco, alertándoles de supuestos movimientos sospechosos en sus cuentas.
Con una narrativa convincente, lograban que las víctimas facilitaran sus claves o autorizaran operaciones que en realidad permitían a los estafadores transferirse dinero, realizar compras online o adquirir criptomonedas.
Precauciones digitales: teléfonos desechables y wifi de hoteles
La banda empleaba técnicas sofisticadas para dificultar su rastreo. Utilizaban más de 55 números de teléfono distintos, los cuales cambiaban con frecuencia. Además, para realizar las estafas se alojaban en hoteles registrados con documentos robados, usando redes wifi externas para evitar ser vinculados digitalmente.
La caída de los cabecillas
La primera fase del operativo permitió identificar a los cuatro principales dirigentes del grupo, localizados en San Fernando, Jerez, Chiclana y Sabadell. Tres de ellos fueron detenidos e imputados por estafa, usurpación de identidad y pertenencia a grupo criminal. El cuarto líder continúa en búsqueda y captura.
En esta fase, la policía también descubrió que el número real de víctimas era mucho mayor al inicialmente estimado, gracias al análisis de los dispositivos intervenidos.
Captadores, “mulas” y coacciones: la segunda línea del fraude
En una segunda fase, otros ocho miembros de la red fueron detenidos, incluyendo a los captadores y “droppers”, personas encargadas de reclutar víctimas para utilizar sus cuentas bancarias, identidades y teléfonos con el fin de canalizar el dinero robado.
Siete de ellos fueron arrestados en la provincia de Alicante (Elche, Catral y Guardamar del Segura) y uno más en Lleida. Algunos de los captados eran personas en situación de vulnerabilidad y, en ciertos casos, fueron coaccionados o forzados a retirar dinero ilícito.
Durante los seis registros realizados en esta segunda fase (cinco en Alicante y uno en Lleida), los agentes intervinieron más de 15.000 euros en efectivo, armas, munición, dispositivos electrónicos y un vehículo de alta gama.
Una operación policial de gran envergadura
Los detenidos en esta segunda fase están siendo investigados por pertenencia a grupo criminal, estafa, detención ilegal y coacciones. Han sido puestos a disposición judicial en los juzgados de Orihuela, Torrevieja y Lleida.
La Policía Nacional continúa con la investigación para localizar al cuarto cabecilla y no descarta nuevas detenciones en los próximos días.