El acusado admite haber incumplido de forma reiterada la orden de alejamiento de la excónsul, pero asegura que las denuncias están vinculadas a las irregularidades en la expedición de visados que él mismo reveló.
Valencia, 21 de septiembre de 2025.
El juicio contra Emmanuel V. P., expareja de la excónsul de la República Dominicana en Valencia, ha destapado un conflicto en el que se entremezclan acusaciones de acoso, quebrantamiento de medidas judiciales y la sombra de una presunta trama de venta de visados. El procesado se enfrenta a una condena de hasta tres años y medio de prisión, aunque en la vista oral reconoció haber incumplido la orden de alejamiento en múltiples ocasiones.
Una relación marcada por denuncias cruzadas
La defensa del acusado sostiene que detrás de las acusaciones se oculta un trasfondo diplomático. Según explicó, todo comenzó cuando alertó sobre supuestas irregularidades en la concesión de visados a ciudadanos de países árabes durante el mandato de la diplomática Romina Catherine León. A pesar de que la investigación fue archivada por la inmunidad de la excónsul, el procesado asegura que desde entonces comenzó un pulso que derivó en denuncias y un clima de hostilidad.
Mensajes y pruebas controvertidas
Durante el juicio, la defensa aportó mensajes, audios e incluso un vídeo de la denunciante con contenido íntimo, para tratar de demostrar que la relación continuaba pese a la orden de alejamiento. “No la acosaba, seguíamos siendo pareja”, declaró Emmanuel ante la jueza.
La excónsul, que declaró por videoconferencia, negó haber enviado la mayoría de esas comunicaciones, sin cotejo pericial, y solo reconoció un encuentro “para pedirle perdón” tras un episodio de tensión.
Incidentes en el consulado
Uno de los hechos más graves se produjo en febrero de 2023, cuando el acusado irrumpió en la sede consular y, según la denunciante, intentó forzar la puerta de su despacho tras golpear a un colaborador. La Fiscalía sostiene que, desde la ruptura, la mujer fue víctima de insultos, amenazas y seguimientos. El acusado admite haber quebrantado en varias ocasiones las medidas judiciales, aunque justificó algunos episodios como “impulsos” o fallos en el dispositivo electrónico de control.
Una batalla sin vencedor claro
El proceso judicial también recuerda que la excónsul fue condenada en su día por un delito leve de amenazas hacia su expareja. Mientras ella reclama una indemnización de 240.000 euros y denuncia haber perdido su cargo diplomático por el escándalo, la defensa insiste en que todo responde a un intento de silenciar la trama de visados.
El tribunal deberá decidir si Emmanuel V. P. evita la prisión con trabajos comunitarios o si la condena se ajusta a la petición de la Fiscalía, en un caso que combina celos, diplomacia y acusaciones cruzadas.