La solidaridad de una mujer de 52 años de Alicante se convirtió en una amarga experiencia tras acoger en su vivienda a un hombre sin hogar de 43 años. Lo que en un inicio fue un gesto humanitario para protegerlo del calor extremo y darle un lugar donde dormir, terminó con amenazas de muerte, lesiones físicas y el robo de joyas y pertenencias valoradas en más de 4.000 euros. El individuo ya ha sido detenido por la Policía Nacional y puesto a disposición judicial.
Un gesto de ayuda que se convirtió en pesadilla
Según relata la propia víctima en la denuncia interpuesta, todo comenzó cuando, compadecida de la situación de un hombre que dormía en la calle, le ofreció pasar una noche en su domicilio. Le dio la oportunidad de asearse, descansar bajo aire acondicionado y dormir en condiciones dignas. El hombre aceptó y, durante los primeros momentos, la convivencia pareció tranquila.
Sin embargo, cuando la mujer le pidió que abandonara la vivienda al día siguiente, el invitado se negó rotundamente a marcharse. Alegó que llevaba más de ocho meses durmiendo en la calle y que no pensaba regresar a esa situación. En un primer momento la mujer toleró la presencia del hombre, confiando en que su actitud cambiaría, pero con el paso de los días comenzó a sentirse incómoda.
Amenazas y violencia dentro de la vivienda
La tensión escaló cuando la mujer sospechó que el indigente estaba fumando droga dentro de la casa. Al exigirle que se fuera de inmediato, el hombre reaccionó de forma violenta: la agarró con fuerza por los brazos, llegando a causarle lesiones que tuvieron que ser atendidas por un médico, y la amenazó de muerte si no le entregaba dinero.
Finalmente, el individuo abandonó el domicilio por su cuenta. No obstante, la sorpresa para la víctima llegó al día siguiente, cuando comprobó que le habían sustraído diversas joyas, dinero en efectivo y efectos personales cuyo valor superaba los 4.000 euros.
Investigación policial y detención
Ante la gravedad de los hechos, la mujer interpuso denuncia en la comisaría de la Policía Nacional. Agentes de la Policía Judicial de la Comisaría de Alicante-Centro asumieron el caso y lograron identificar plenamente al sospechoso tras diversas gestiones.
El hombre fue detenido como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación y otro de allanamiento de morada. Tras las diligencias policiales, fue puesto a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Alicante. La víctima ha solicitado además una orden de alejamiento para evitar un nuevo contacto con su agresor.
Contexto: la delgada línea entre la solidaridad y el riesgo
El caso ha generado debate en la ciudad sobre la inseguridad que en ocasiones puede sufrir la ciudadanía al acoger a personas en situación de exclusión social sin el respaldo de instituciones o programas de acompañamiento. Aunque la solidaridad ciudadana es clave, expertos advierten de que debe canalizarse de forma segura y coordinada con los servicios sociales.
La mujer, que en un principio no quiso denunciar para no “criminalizar” su acto de buena fe, terminó haciéndolo tras comprobar que había sido víctima de un robo y que su integridad estaba en riesgo.
Una experiencia amarga
Hoy, esta vecina de Alicante busca pasar página de una experiencia que empezó con un gesto altruista y terminó como una pesadilla. Su caso se suma a otros episodios que ponen de relieve la vulnerabilidad de quienes, movidos por la compasión, terminan siendo víctimas de abusos.