Una transcripción de audio judicial nos regala un momento digno de comedia: referencias a “cuatro de 500”, “uno de 100 para mi mujer que es vegana” y “hace mucho 200”. ¿Están hablando de chistorras, de billetes, o del parte meteorológico? Spoiler: ni la UCO lo tiene claro.
¿Lenguaje en clave… o en parrilla?
La política española vuelve a superarse a sí misma. Si el Caso Coldo ya parecía un capítulo de «Narcos versión Chamberí», ahora se ha transformado en una especie de sketch de José Mota: todo gracias a una conversación extraída de las diligencias judiciales, donde los implicados utilizan un lenguaje digno de una barbacoa vegano-monetaria.
—“Esta tarde tengo barbacoa, tráete cuatro de 500.”
—“Y uno de 100 para mi mujer que es vegana.”
—“Y tráete el bañador, porque hoy hace mucho 200.”
¿Estaban organizando un picnic, una operación de blanqueo o mezclando el parte del tiempo con la lista de la compra?
El glosario que lo cambia todo (según la UCO)
Gracias a los informes de la Guardia Civil, ya sabemos que en el universo paralelo del caso Ábalos-Coldo:
- 500 = Chistorras = Billetes de 500€
- 100 = Lechugas = Billetes de 100€
- 200 = Soles = Billetes de 200€
Y si tú pensabas que el “bañador” se refería a ir a la piscina… cuidado: quizás se referían a bañarse en billetes. Total, con tanto código parece que ni ellos se aclaraban.

La abogada: “No, no… que son chistorras reales. De freidora, no de offshore”
Mientras los investigadores ven cash en cada chorizo, la defensa insiste en que todo se está sacando de contexto:
- “Chistorras son chistorras, las que se comen.”
- “Soles son la moneda de Perú, no de Bruselas.”
- “Folios son de papel, no de pasta.”
Y en cuanto al calor de “200”, posiblemente se referían a la temperatura de la plancha, no a fajos de billetes en la guantera.
¿Se puede malinterpretar más? Claro que sí
Este pequeño extracto es oro puro para los guionistas de humor. Analicemos:
—“Tráete cuatro de 500”
Lectura UCO: Quieren hacer un pago en metálico de 2.000€.
Lectura defensa: Necesitaban cuatro chistorras para 20 militantes hambrientos.
—“Uno de 100 para mi mujer que es vegana”
Lectura UCO: Otro billete camuflado.
Lectura defensa: Una lechuga o hamburguesa vegetal para la señora. Sensato.
—“Hace mucho 200”
Lectura UCO: Un guiño al dinero.
Lectura alternativa: ¡Hace un calor del demonio, tráete el abanico y el ventilador portátil!
El humor involuntario de la corrupción
Que este caso tenga momentos que parecen sacados de una comedia es, en realidad, una tragedia: porque el sistema judicial se ve obligado a descifrar si se está hablando de embutido o de blanqueo. Si Kafka viviera, habría escrito una segunda parte de El Proceso ambientada en una oficina de recaudación del PSOE.
¿Y si todo esto es una metáfora del país?
Porque al final, el resumen es este: en España ni una barbacoa se libra de sospechas. Todo puede ser una tapadera, incluso lo que suena a chorizo… literalmente.
¿Y tú, lector, qué opinas?
¿Crees que “hace mucho 200” significa calor, billetes o que la cosa está que arde judicialmente?
¿Te fiarías de alguien que dice que trae “lechugas” y viene con un maletín?
👉 Cuéntanos: ¿tú has usado alguna vez palabras clave para esconder tus gastos o solo cuando ibas a casa con bolsas del Zara?
