Valéncia rinde homenaje a la reina Na Violant d’Hongria en vísperas del Nou d’Octubre
El Ayuntamiento de Valencia ha rendido homenaje este martes a la figura de Na Violant d’Hongria, segunda esposa de Jaume I, en vísperas de la celebración del Nou d’Octubre, Día de la Comunitat Valenciana. La alcaldesa, María José Catalá, y el presidente de la Fundación Goerlich, Andrés Goerlich, han colocado una corona de laurel a los pies del monolito dedicado a la reina consorte, ubicado en la zona ajardinada que recae a la calle que lleva su nombre, en el barrio de Campanar.
“Con este pequeño gesto, la ciudad de València quiere expresar su reconocimiento sincero a la memoria de una figura histórica, extraordinaria, apasionante y clave en los primeros pasos de València como Reino”, ha señalado la alcaldesa de València. “Es un acto de justicia que nos acerca y pone en valor a una persona quizá algo desconocida para los valencianos, pero que fue mucho más que una reina consorte. Fue una consejera clave, una mujer adelantada a su tiempo que supo ejercer una influencia determinante en la conquista y consolidación del Reino de Valencia”, ha añadido.
El barrio de Campanar cuenta desde el pasado mes de abril con un monolito que reconoce el legado de Na Violant d’Hongria en el parque del Escultor García Mas. Esta pieza caliza luce la inscripción ‘Valencia a su reina Violante de Hungría’, con los escudos de la ciudad de València y de Hungría. El monolito, donado por la Fundación Goerlich y realizado por los arquitectos Alejandro Moreno Ruiz y Pablo Muñoz Vázquez, presenta unas dimensiones de 75 cm de altura, 50 cm de profundidad y 120 cm de ancho. La pieza principal se apoya sobre dos prismas rectangulares del mismo material, cuyas dimensiones son 20 cm de altura, 70 cm de profundidad y 20 cm de ancho.
La alcaldesa ha vuelto a agradecer al presidente de la Fundación Goerlich la donación del monolito y su iniciativa por recordar la figura de Na Violant d’Hongria, al mismo tiempo que ha resaltado la labor de todas las personas y entidades que “en su quehacer diario luchan por reivindicar nuestro patrimonio, material e inmaterial”.