ELCHE, 11 de octubre de 2025. – Agentes de la Policía Nacional han detenido en Elche (Alicante) a un trabajador de farmacia de 32 años acusado de un delito contra la salud pública, tras descubrirse que sustraía psicotrópicos y medicamentos controlados sin disponer de las recetas necesarias.
La investigación comenzó cuando el propietario de la farmacia detectó irregularidades en la documentación de medicamentos vendidos, presentando una denuncia en comisaría al sospechar de uno de sus empleados. Los agentes verificaron que existían importantes desajustes entre las retiradas de fármacos y las recetas registradas en el parte anual de estupefacientes remitido al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante.
Manipulación y extracciones sin control
Según fuentes policiales, el detenido utilizaba su clave personal de acceso al sistema para retirar productos del stock sin documentación válida que justificara la operación. En algunos casos, realizaba las extracciones sin presencia de clientes, anulando posteriormente la venta para ocultar el movimiento del medicamento.
Además, se descubrió que en ocasiones se quedaba con parte de la medicación correspondiente a recetas legítimas. Es decir, cuando los clientes acudían a recoger sus tratamientos, el empleado entregaba una cantidad inferior y se apropiaba del resto de las dosis destinadas a ellos.
Entre los productos sustraídos figuraban antidepresivos, ansiolíticos y otros medicamentos psicotrópicos sometidos a control sanitario.
Despido y consecuencias legales
El farmacéutico fue despedido tras confirmarse las irregularidades y, posteriormente, detenido por la Policía Nacional. No contaba con antecedentes penales previos, pero se enfrenta ahora a posibles cargos por apropiación indebida y delitos contra la salud pública, al tratarse de sustancias reguladas.
Las autoridades sanitarias y el Colegio de Farmacéuticos han sido informados del caso, que podría derivar en sanciones administrativas adicionales para el establecimiento si se determina que hubo fallos en los controles internos.
La Policía Nacional ha destacado la colaboración del propietario de la farmacia, cuya denuncia fue clave para destapar el fraude y evitar la posible venta o consumo indebido de estos medicamentos controlados.