Puerto Vallarta (México), 12 de octubre de 2025. — En vísperas del Día de la Hispanidad, una noticia simbólicamente cargada de ironía ha conmocionado a México y España: la réplica de la carabela Santa María, la nave con la que Cristóbal Colón cruzó el Atlántico en 1492, se ha hundido frente a las costas de Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco.
La embarcación turística, conocida como Marigalante, sufrió un fallo en su sistema de achique, lo que provocó su hundimiento progresivo cuando intentaba regresar al puerto para realizar reparaciones. Según informó la empresa propietaria, el incidente comenzó cuando el sistema de bombas que extrae el agua acumulada en la parte baja del barco dejó de funcionar correctamente.
Antes de alcanzar tierra firme, los problemas se agravaron y el navío comenzó a inundarse lentamente, obligando a la tripulación a activar los protocolos de emergencia.
Pasajeros evacuados sin incidentes
De acuerdo con el comunicado oficial, todos los pasajeros que se encontraban a bordo fueron evacuados a tiempo y se encuentran fuera de peligro. Los miembros de la tripulación actuaron con rapidez y profesionalidad, asegurando una evacuación ordenada y sin lesiones.
El Marigalante realizaba paseos turísticos diarios por la bahía de Puerto Vallarta, uno de los destinos más visitados del Pacífico mexicano. Era considerada una de las atracciones más emblemáticas de la zona, especialmente durante las celebraciones del 12 de octubre, cuando ofrecía espectáculos temáticos sobre los viajes de Colón y la historia del descubrimiento de América.
Una embarcación con más de tres décadas de historia
Construida en 1987, la réplica comenzó a operar como atracción en 1992, coincidiendo con el V Centenario del Descubrimiento de América. Desde entonces, se había convertido en un símbolo turístico de Puerto Vallarta, albergando cenas temáticas, recreaciones históricas y eventos culturales que evocaban la era de los grandes exploradores.
Durante más de treinta años, el Marigalante navegó como una combinación entre museo flotante y espectáculo histórico, recibiendo a miles de visitantes cada año. Su diseño imitaba con fidelidad las líneas y proporciones de la Santa María, la mayor de las tres naves de la expedición de Colón, junto a la Pinta y la Niña.
El mar se traga un símbolo histórico
El hundimiento ha causado una profunda conmoción entre los habitantes de Puerto Vallarta y los visitantes que presenciaron el suceso desde el malecón. En las imágenes compartidas en redes sociales, se observa cómo la imponente nave se inclina lentamente mientras la tripulación intenta controlar la entrada de agua.
El suceso ocurre además en un contexto meteorológico adverso: la tormenta tropical Raymond sigue afectando la costa occidental mexicana, provocando lluvias intensas y oleaje elevado en los estados de Jalisco, Colima, Michoacán y Nayarit, lo que pudo complicar las labores de rescate y recuperación.
La empresa anuncia una nueva embarcación
Pese a la pérdida, la compañía operadora ha anunciado que en los próximos meses llegará una nueva réplica para sustituir al Marigalante y continuar ofreciendo sus servicios turísticos. Se espera que el nuevo navío mantenga el diseño original, aunque incorporará sistemas de seguridad y drenaje modernizados para evitar accidentes similares.
“Lamentamos profundamente lo ocurrido, pero lo más importante es que no hubo heridos. Puerto Vallarta seguirá teniendo su carabela”, señalaron representantes de la empresa en un comunicado.
Un episodio con carga simbólica
El hundimiento de la réplica de la Santa María justo antes del Día de la Hispanidad no ha pasado desapercibido para la opinión pública. En redes sociales, muchos usuarios lo han interpretado como un símbolo del paso del tiempo y de la necesidad de revisar la historia, mientras otros lamentan la pérdida de un atractivo turístico que durante años había sido emblema del intercambio cultural entre España y América.
Aunque los restos del barco serán inspeccionados para evaluar su posible rescate, las autoridades marítimas locales ya trabajan en limpiar la zona y evitar riesgos medioambientales derivados del vertido de combustibles o materiales.
Conclusión
Con el Marigalante desaparece una parte de la memoria histórica flotante que conectaba dos mundos a través del turismo y la evocación del pasado. Su hundimiento, en vísperas de la fecha que conmemora el encuentro entre Europa y América, recuerda que incluso los símbolos históricos pueden sucumbir ante el tiempo, las averías o la fuerza del mar.