Subtítulo: Mientras los autónomos con mayores ingresos pagarán hasta 14,75 € más al mes en 2026, los funcionarios siguen sumando mejoras salariales. Todo muy equilibrado, sí.
El clásico español: paga el que madruga y cobra el que permanece
En España ya no necesitas leer la letra pequeña para saber quién gana y quién paga. Solo hace falta mirar las dos noticias que esta semana han salido casi de la mano: por un lado, el Gobierno plantea una subida de cuotas a los autónomos con mayores ingresos; por otro, los funcionarios seguirán encadenando subidas salariales, en un contexto donde ser empleado público se ha convertido en el último refugio de la estabilidad (y de la actualización automática del sueldo).
Todo esto ocurre, por supuesto, en plena negociación presupuestaria, con el mercado laboral en ebullición y una inflación que va y viene como el horario de verano, y con tres millones de funcionarios y casi tres millones y medio de autónomos mirando al BOE con la misma ansiedad, pero con resultados muy distintos.
Autónomos: otra subida, otro café menos al mes
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, liderado por Elma Saiz, ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta para 2026 que busca, como siempre, “avanzar en la sostenibilidad del sistema y mejorar las pensiones futuras”. Lo que se traduce en:
- Congelación de cuotas para los autónomos con ingresos más bajos (de 670 a 1.166,7 € al mes).
- Subida para el resto, en función del tramo, de entre 2,5 € y 14,75 € al mes.
Una subida entre simbólica y “cómodamente asumible”, si uno se fía del tono del Ministerio. Pero para muchos, otro recordatorio de que ser autónomo en España es una carrera de obstáculos donde, en cada curva, Hacienda pone una valla nueva.
¿Y quiénes lo notarán más?
La subida, según tramos de ingresos netos:
- Tramos 1 a 3 (de 1.166 a 1.700 €): subida del 1 %.
- Tramos 4 a 6 (hasta 2.330 €): subida del 1,5 %.
- Tramos 7 a 9 (hasta 2.760 €): subida del 2 %.
- Tramos 10 a 12 (más de 3.620 € hasta más de 6.000 €): subida del 2,5 %, lo que se traduce en los famosos 14,75 € mensuales.
¿Mucho? ¿Poco? Depende. Para algunos, es un peaje más por la promesa de una jubilación digna. Para otros, una broma pesada en medio de cuotas, IVA, IRPF, y el eterno “ya si eso lo facturo el mes que viene”.
Funcionarios: una subida más en la lista
Mientras tanto, en el otro extremo del espectro económico laboral, los funcionarios —más de tres millones en toda España, para que no falte contexto— siguen siendo los únicos trabajadores que, en medio del caos, reciben subidas salariales sin necesidad de negociaciones individuales, clientes, ni facturas por cobrar.
Este mismo año ya han tenido una subida del 2,5 %, y se espera que las próximas negociaciones presupuestarias incluyan otro incremento en línea con el IPC o incluso superior, dependiendo de la generosidad (y necesidad) política del momento.
Recapitulando:
- Autónomo: trabaja 14 horas, paga más cada año, y si enferma, que no se le ocurra estornudar en horario laboral.
- Funcionario: jornada estable, pluses consolidados, y subidas que llegan como las estaciones, sin preguntar.
Todo muy equilibrado, como un trampolín con una roca en un lado y una pluma en el otro.
El eterno agravio comparativo: ¿quién cuida al que no tiene jefe?
Cada vez que se tocan las cuotas de autónomos, resurge la eterna pregunta: ¿por qué se exige a los trabajadores por cuenta propia que sostengan parte del sistema sin las mismas garantías ni derechos? Porque conviene recordar que:
- No tienen paro (decente).
- No tienen vacaciones pagadas.
- No tienen estabilidad.
- Y sí, tienen inspecciones, recargos, obligaciones fiscales y sustos en la declaración trimestral.
Y ahora, una subida más. Aunque sea “leve”, como la define el presidente de UPTA, Eduardo Abad, quien ha declarado que, en general, la propuesta del Gobierno «cumple las expectativas». Pero acto seguido matiza que se ha perdido una oportunidad para “mejorar las pensiones futuras” con una subida también en los tramos bajos.
Sí, eso: los mismos tramos bajos que el Gobierno se ha cuidado muy mucho de no tocar en año preelectoral.
¿Por qué no se sube más a los que más ganan?
Según UPTA, los tramos de mayores ingresos deberían haber soportado una subida mayor. Pero el Gobierno, consciente de que entre los autónomos de alto rendimiento hay perfiles muy variados —desde arquitectos con nómina disfrazada hasta artistas, consultores, influencers y empresarios de sí mismos—, ha optado por no arriesgarse a una fuga de cotizantes de nivel medio-alto.
Porque ya sabemos lo que pasa: si castigas mucho al que factura 5.000 € netos al mes, probablemente termine montando una sociedad o facturando desde Andorra. Y eso tampoco interesa. Ni a la Seguridad Social ni al relato político.
Funcionario vs autónomo: dos Españas, dos realidades
Vamos a hacer un juego de roles. Imagina:
- Funcionario: vacaciones en agosto, jornada intensiva, revisión salarial con carácter retroactivo.
- Autónomo: verano currando, jornada intensiva (pero en septiembre también), revisión de la cuota… siempre al alza.
No es odio. Es envidia administrativa. Porque mientras uno tiene un sistema que lo cuida, el otro tiene un sistema que lo factura.
¿Qué pasará en 2027? Spoiler: más de lo mismo
El propio presidente de UPTA lo dice claro:
“Esto es una patada hacia adelante. En 2027 volveremos a negociar los tramos.”
Traducción: en vez de sentar bases firmes para un sistema estable y justo, se vuelve a aplazar la conversación de fondo. Porque al final, el sistema de cotización por tramos sigue siendo una jungla donde cada autónomo tiene que adivinar cuánto ganará en 12 meses… y rezar para que su estimación no se convierta en multa.
Conclusión: el que no llora, cotiza
El Gobierno dice que busca el equilibrio. Y puede que sea verdad. Pero si se compara la situación de los autónomos —esos 3,4 millones que levantan buena parte de la economía real— con la de los empleados públicos —esos 3 millones que garantizan la estabilidad institucional—, el desequilibrio es cada vez más obvio.
Los funcionarios ven cómo sus sueldos suben.
Los autónomos ven cómo sus cuotas también lo hacen.
La diferencia está en el verbo: uno gana, el otro paga.
¿Será 2026 el año en que los autónomos tengan algo más que aumentos de cuota? ¿O seguirá siendo su único privilegio el de financiar al resto del sistema sin rechistar?