La Facultad de Filosofía, Traducción y Comunicación de la Universitat de València se convirtió este lunes en el epicentro de una jornada marcada por la tensión y la polarización, debido a la presencia del periodista Vito Quiles. La Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional desplegó un importante dispositivo de seguridad para evitar enfrentamientos, en un contexto de alta crispación alimentado por los antecedentes de Quiles en otras universidades españolas y una contra-manifestación convocada por colectivos antifascistas.
Antecedentes de confrontación
La visita de Quiles, conocido por su activismo y sus posturas controvertidas, ya había generado disturbios en otras ciudades. En Málaga y Granada, su presencia desató tensiones, mientras que en la Universitat Autònoma de Barcelona se registraron incidentes graves. Anticipándose a un escenario similar, las autoridades universitarias y la Policía Nacional reforzaron la seguridad en Valencia, conscientes del potencial explosivo de la situación.
En las horas previas al evento, la convocatoria de una contra-manifestación por parte de organizaciones estudiantiles antifascistas elevó aún más la tensión. Los manifestantes, concentrados en los accesos a la Facultad, corearon consignas como “Valencia será la tumba del fascismo” y “Vito colega, sácate la carrera”, mientras bloqueaban en la práctica cualquier posibilidad de acceso al edificio. La protesta, organizada con rapidez a través de redes sociales, reflejó el rechazo de un sector del estudiantado a la presencia de Quiles, a quien acusan de promover discursos de odio.
Dos bandos enfrentados

En el otro lado de la avenida Blasco Ibáñez, frente a los jardines colindantes, un grupo de simpatizantes de Quiles se congregó para mostrar su apoyo al periodista. Los asistentes, vigilados de cerca por un cordón policial, lanzaron vivas a España y profirieron insultos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En varios momentos, intentaron acercarse a la entrada de la Facultad, pero el dispositivo de la UIP, compuesto por decenas de agentes, mantuvo la separación entre ambos grupos para evitar altercados.
El ambiente, cargado de consignas y cánticos, reflejó la profunda polarización que atraviesa el debate público en torno a figuras como Quiles. Mientras los antifascistas denunciaban su presencia como una provocación, los simpatizantes defendían su derecho a expresarse libremente, acusando a los manifestantes de coartar la libertad de expresión.
Un dispositivo policial sin precedentes en la Universitat de Valéncia
La UIP, equipada con material antidisturbios, estableció un perímetro de seguridad que abarcó tanto los accesos a la Facultad como las zonas aledañas. Agentes en formación y vehículos policiales se distribuyeron estratégicamente para garantizar que no se produjeran enfrentamientos directos. Fuentes policiales indicaron que el operativo se diseñó con base en los antecedentes de Quiles y la información recabada sobre las convocatorias previas, que apuntaban a un riesgo elevado de incidentes.
A pesar de los momentos de tensión, no se reportaron altercados graves durante la mañana. Sin embargo, la situación mantuvo en vilo a la comunidad universitaria, con clases interrumpidas y un ambiente de incertidumbre en el campus.
Reacciones y contexto
La presencia de Vito Quiles en universidades ha generado un debate recurrente sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la protesta. Mientras sus defensores argumentan que se le impide hablar y que las protestas antifascistas son un ataque a la libertad de ideas, sus detractores lo acusan de utilizar su plataforma para polarizar y fomentar discursos divisivos.
Desde la Universitat de Valéncia, las autoridades académicas no han emitido aún un comunicado oficial sobre los hechos, aunque fuentes internas señalaron que se busca garantizar la seguridad de toda la comunidad universitaria. Por su parte, colectivos estudiantiles han anunciado que continuarán movilizándose ante futuras visitas de figuras controvertidas.
Un reflejo de la polarización social
Lo ocurrido en Valencia es un reflejo del clima de polarización que se vive en España, donde los debates ideológicos se trasladan con frecuencia a espacios públicos como las universidades. La presencia de Quiles, lejos de ser un evento aislado, se suma a una serie de episodios que han puesto a prueba la capacidad de las instituciones para gestionar la convivencia en contextos de alta tensión política.
Con el dispositivo policial aún activo y la jornada en desarrollo, la situación en la Universitat de Valéncia permanece bajo estrecha vigilancia. Lo que está claro es que este lunes, una vez más, la libertad de expresión y el derecho a la protesta se han encontrado en un delicado equilibrio, dejando a la comunidad universitaria como testigo de un choque de ideas que trasciende las aulas.
















