Maribel Vilaplana es una periodista y presentadora valenciana conocida por su trayectoria en medios como À Punt y eventos culturales. Ha estado en el centro de la controversia por la gestión de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó Valencia el 29 de octubre de 2024, causando 229 muertes. Ese día, compartió una comida de más de tres horas con el entonces president de la Generalitat, Carlos Mazón, en el restaurante El Ventorro, un episodio que ha sido clave en la investigación judicial por presuntas negligencias en la respuesta a la catástrofe.
Sobre su hospitalización este sábado
Hoy, 1 de noviembre de 2025, se ha conocido que Vilaplana ha sido ingresada en un hospital de Valencia tras sufrir una indisposición grave, descrita por su entorno como una «crisis» o un «bajón anímico importante». El incidente ocurrió esta tarde de sábado y, según fuentes cercanas, está acompañada de familiares mientras se le practican pruebas médicas. Aún no hay un diagnóstico definitivo, pero se atribuye a la acumulación de presión mediática y emocional que ha vivido desde la DANA. De hecho, en septiembre de 2025 ya había revelado en una carta abierta que un episodio similar la había llevado previamente al hospital. Su vida profesional también se ha visto afectada: ha perdido contratos para presentaciones de eventos, ya que instituciones evitan asociarse con ella por el escándalo. Fuentes de su círculo indican que está «rota» emocionalmente y que su ingreso podría complicar su agenda, aunque expresa «voluntad total» de cumplir con sus compromisos.
El lunes citada a declarar como testigo ante la jueza de la #DANA
Vilaplana está citada para declarar como testigo el próximo lunes 3 de noviembre de 2025, a las 9:30 horas, en el Juzgado de Instrucción 3 de Catarroja, ante la jueza Nuria Ruiz Tobarra, en el marco de la causa penal por la gestión de la DANA. La Audiencia Provincial de Valencia ordenó esta comparecencia en octubre de 2025, considerando que su testimonio puede aportar «detalles o matices» sobre el proceso de toma de decisiones en el Cecopi (Centro de Coordinación de Emergencias) ese día, especialmente si escuchó conversaciones telefónicas entre Mazón y la exconsellera de Emergencias Salomé Pradas. La jueza le ha requerido específicamente que aporte el ticket de entrada y salida del parking Interparking Glorieta (donde Mazón la acompañó tras la comida), así como cualquier otro documento que corrobore el tiempo exacto que pasaron juntos, para precisar la franja horaria crítica de la tarde del 29 de octubre.
La hospitalización se produce a menos de 48 horas de esta declaración, lo que genera dudas sobre si podrá asistir. Si permanece ingresada, deberá presentar un informe médico a la jueza para justificar su ausencia, aunque la decisión final es de la magistrada. Este contexto añade tensión: su entorno atribuye la crisis directamente al estrés por la inminente comparecencia, en un momento en que ha recibido presiones públicas (como la de Pradas, a quien replicó: «¿Quién es ella para decirme que cuente la verdad?») y nuevas revelaciones, como que Vilaplana le mostró a Mazón un vídeo de las inundaciones en Utiel durante la comida, sin que él reaccionara de forma aparente. En redes como X, la noticia ha generado reacciones inmediatas, con especulaciones sobre si llegará a declarar y críticas a la gestión política.
En resumen, la hospitalización parece ser el punto culminante de un desgaste emocional ligado al escrutinio por su rol en la comida con Mazón, que ahora podría influir en su capacidad para testificar y, por ende, en el avance de la investigación judicial.
















