Hipocresía política en la gestión del agua: de las cañerías oxidadas en Valencia al plomo en Xàtiva
En un contexto de crecientes preocupaciones por la calidad del agua potable en la Comunitat Valenciana, una publicación en la red social X ha desatado un debate sobre la coherencia política en la administración pública.
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé (PSOE), ha criticado públicamente el estado de las cañerías en el IES Campanar de Valencia, un centro educativo bajo la jurisdicción de la Conselleria de Educación controlada por el PP.
Sin embargo, críticos señalan que Bernabé ignora problemas similares –y potencialmente más graves– en Xàtiva, donde el alcalde Roger Cerdà, también del PSOE, preside un ayuntamiento que enfrenta denuncias por presencia de plomo en el agua.
Esta discrepancia, destacada por la Associació Veïnal Casc Antic Digne i Viu, ilustra un posible caso de hipocresía partidista que prioriza el ataque político sobre la salud pública.
Bernabé cuestiona a los demás, pero no a los «suyos»
El origen del conflicto se remonta a una publicación de Bernabé en X, donde cuestiona al conseller de Educación, José Antonio Rovira (PP), sobre la potabilidad del agua en el IES Campanar. «Ei, conseller @jarovirajover, creus que els xiquets i xiquetes de l’IES Campanar poden beure l’aigua que ix per estes canonades?», escribió Bernabé, adjuntando imágenes de tuberías oxidadas y deterioradas.
https://x.com/pilarbernabe/status/1991162802568868008?s=20
Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar. La Associació Veïnal Casc Antic Digne i Viu, un colectivo vecinal de Xàtiva, replicó directamente a Bernabé en X: «Ei, delegada del govern @pilarbernabe, creus que els veïns i veïnes del nucli antic de #Xàtiva poden beure l’aigua que ix per estes canonades de plom, incloses les del les escoles?».
https://x.com/nanticdigneiviu/status/1991209906800923107?s=20
La publicación incluye fotografías impactantes de excavaciones que muestran tuberías de plomo corroídas y con fugas, similares a las denunciadas en Valencia, pero con un agravante: la presencia confirmada de plomo y fibras de amianto en la red municipal.
Estas imágenes, tomadas en el núcleo antiguo de Xàtiva, ilustran un problema crónico que afecta no solo a hogares, sino también a escuelas y fuentes públicas.
La asociación, activa desde al menos 2022, ha documentado exhaustivamente el tema. En una nota de prensa de septiembre de 2022, denunciaron que análisis independientes revelaron concentraciones de plomo superiores a los límites permitidos en muestras de agua, como en la Plaza de Sant Francesc, donde se detectaron niveles que duplicaban el umbral de seguridad.
Otro informe de febrero de 2023, presentado ante les Corts Valencianes, alertaba sobre 67 km de cañerías de fibrocemento –un material con amianto– y acometidas de plomo, que liberan hasta 1.000 microfibras de amianto por litro de agua.
La portavoz Amparo Vera, en una réplica en X, enfatizó: «L’associació #cascanticdigneiviu de #Xàtiva té 44 analítiques fetes en concentracions de Pb en totes elles, en algun cas en valors molt preocupants! on beuen criatures».
Estas declaraciones se repiten en publicaciones recientes de la asociación, como una de noviembre de 2025, donde anuncian 20 nuevos análisis que confirman plomo en todas las muestras.
Roger Cerdá, cuestionado
El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà (PSOE), ha respondido en el pasado, intentado minimizar el riesgo ante un problema tan serio y grave. En septiembre de 2022, aseguró que «decir que poner en duda el agua potable es una irresponsabilidad», aunque reconoció la necesidad de renovar la red.

Un informe de parte, realizado por el Centro de Salud Pública de Xàtiva, avaló que el amianto en el agua es «inofensivo». Sin embargo, los vecinos insisten en que los datos independientes contradicen esto.
A pesar de las protestas –incluyendo concentraciones en abril de 2023 exigiendo un plan integral de renovación–, el ayuntamiento ha priorizado otras inversiones, como el cambio de césped en campos deportivos, lo que ha generado críticas por «cuestión de prioritats».
Este contraste resalta la supuesta hipocresía: mientras Bernabé ataca al PP por problemas en Valencia, calla sobre Xàtiva, gobernada por su partido. Fuentes del PP, como en un comunicado de abril de 2025, han respaldado las demandas vecinales en Xàtiva, exigiendo renovación de la red y criticando la gestión socialista.
La asociación, en una declaración de enero de 2024, lamentaba: «Años y años denunciando que el agua de Xàtiva contiene diversas concentraciones de plomo».
Expertos en salud pública, como la EPA estadounidense, advierten que el plomo en el agua causa daños neurológicos, especialmente en niños, y que la corrosión de tuberías antiguas agrava el problema.
En un momento en que la Comunitat Valenciana enfrenta desafíos post-DANA, esta polémica subraya cómo la polarización partidista puede eclipsar soluciones reales. La Associació Veïnal Casc Antic Digne i Viu, convertida en asociación en diciembre de 2024, continúa su labor de denuncia, no solo sobre el agua, sino también sobre ocupaciones y degradación urbana.
Hasta ahora, Pilar Bernabé no ha respondido públicamente a la réplica, dejando abierta la pregunta: ¿es la salud pública una prioridad universal o un arma política selectiva?
















