Un grupo de activistas instaló tiendas en la plaza del Ayuntamiento de Valencia tras una manifestación multitudinaria por el derecho a la vivienda, la protección del territorio y contra la turistificación. Ahora, debaten si prolongar la acampada en señal de protesta.
El sábado por la noche, tras la manifestación convocada por la plataforma Valencia no està en venda, un grupo de personas decidió tomar la plaza del Ayuntamiento de Valencia y montar una acampada en defensa del derecho a la vivienda. Bajo el lema “Si no tenemos casa, ocuparemos la plaza”, los manifestantes instalaron quince tiendas de campaña para mantener la presión social y visibilizar la lucha por una problemática que afecta a miles de personas en la ciudad.
Esta acción se produjo tras una jornada de movilización masiva, en la que miles de valencianos salieron a las calles para reclamar soluciones ante la creciente crisis de acceso a la vivienda, la especulación inmobiliaria y los efectos negativos del turismo masivo en la ciudad. La manifestación, organizada por Valéncia no està en venda, culminó en la plaza del Ayuntamiento, donde los activistas decidieron pasar la noche.
La lucha por el derecho a la vivienda se intensifica
El movimiento detrás de la acampada y la manifestación tiene su origen en la creciente preocupación por el acceso a la vivienda en Valencia, donde el aumento de los precios del alquiler, la gentrificación y la turistificación han dejado a muchas personas en situaciones de precariedad habitacional. La plataforma Valéncia no està en venda denuncia que las políticas actuales no están protegiendo a los residentes de la ciudad, y exigen medidas urgentes que pongan fin a esta situación.
En un comunicado publicado en redes sociales, la plataforma señaló que la acampada busca darle continuidad a las reivindicaciones expresadas en la manifestación. “Hemos resistido la noche y continuaremos resistiendo durante el día”, afirmaron los organizadores, quienes han invitado a más personas a unirse a la acampada en la plaza y a participar en la asamblea abierta programada para las 18:00 horas del domingo, en la que se decidirá si la acampada se mantiene de forma indefinida.
Exigencias de los manifestantes: vivienda, territorio y turismo
La protesta del sábado, que reunió a entre 15.000 y 50.000 personas según distintas fuentes, fue convocada bajo el lema “Valéncia s’ofega” y giró en torno a tres grandes ejes: el derecho a la vivienda, la protección del territorio y la regulación del turismo. La manifestación recorrió las calles de la ciudad con cinco columnas que confluyeron en las Torres de Serranos antes de dirigirse hacia la plaza del Ayuntamiento, donde se hizo un llamamiento urgente a tomar medidas concretas.
En materia de vivienda, los manifestantes exigen la aplicación inmediata de la regulación del alquiler para frenar la escalada de precios, así como la paralización de los desahucios sin alternativa habitacional. Reclaman, además, que se declare Valencia como zona tensionada en términos de vivienda, lo que permitiría intervenir en el mercado del alquiler para proteger a los residentes. También piden la prohibición de los apartamentos turísticos, que agravan la falta de viviendas accesibles.
En cuanto a la defensa del territorio, los manifestantes rechazan los cambios en la Ley de la Huerta y se oponen a la ampliación del puerto de Valencia. Exigen la reversión del dique norte y de la zona de actividades logísticas (ZAL), argumentando que estas infraestructuras están perjudicando el entorno natural y contribuyendo a la degradación ambiental.
Finalmente, en el ámbito del turismo, los manifestantes hacen un llamado a reducir la dependencia económica del turismo masivo, que ha generado un impacto negativo en el coste de vida y en la sostenibilidad de la ciudad. Proponen medidas para limitar el crecimiento de la actividad turística y frenar el aumento de la contaminación y el consumo excesivo de recursos.
La acampada como forma de resistencia
La acampada en la plaza del Ayuntamiento ha captado la atención de muchos valencianos, quienes ven en esta acción una forma de resistencia pacífica para exigir cambios. Las tiendas de campaña se han convertido en un símbolo de la lucha por el derecho a una vivienda digna, y la asamblea que se celebrará este domingo será clave para definir si la acampada se prolonga o si se opta por otras formas de movilización.
Los organizadores insisten en que la acampada no es solo una protesta temporal, sino una llamada de atención a las autoridades locales y autonómicas para que tomen medidas inmediatas. Desde la plataforma Valéncia no està en venda aseguran que, si las demandas no son escuchadas, las movilizaciones continuarán y podrían intensificarse en los próximos días.
Eco de la protesta en otras ciudades
La protesta por el derecho a la vivienda no se limitó solo a Valencia. En Alicante, cerca de mil personas participaron en una manifestación convocada por las plataformas ¿Alacant, on vas? y el Sindicat de Barri de Carolines, bajo el lema “Casas para vivir, no para especular”. Las demandas en Alicante fueron similares a las de Valencia: frenar la especulación inmobiliaria, proteger el territorio y controlar la turistificación desmedida.
En ambas ciudades, los manifestantes coinciden en que la actual crisis de vivienda está estrechamente vinculada con un modelo de desarrollo económico basado en el turismo masivo y la especulación urbanística. Esta situación ha llevado a miles de personas a sufrir el encarecimiento de los alquileres y a vivir en situaciones de inestabilidad residencial.
Reflexión final
La acampada en la plaza del Ayuntamiento de Valencia pone de manifiesto la urgencia de abordar la crisis de la vivienda y las consecuencias negativas de la turistificación en la ciudad. Mientras los manifestantes debaten si prolongar su protesta, la pregunta sigue siendo: ¿responderán las autoridades a sus demandas antes de que la situación empeore?
¿Crees que la acampada en la plaza del Ayuntamiento es una forma efectiva de presión? ¿Qué medidas deberían tomarse para garantizar el acceso a una vivienda digna en Valencia?