Valencia, 16 de octubre de 2025.
Un meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informó a las 16:14 horas del 29 de octubre de 2024 —día en que la DANA devastó gran parte de la provincia de Valencia— de la necesidad de reactivar el aviso rojo por lluvias torrenciales en el litoral sur de la provincia.
La comunicación, realizada telefónicamente con un técnico del 112 de la Generalitat, quedó registrada en las transcripciones que la Guardia Civil ha incorporado a la causa judicial que investiga la gestión de la emergencia.
Aemet reactivó el aviso rojo tras detectar lluvias extremas cerca de l’Albufera
Según el informe, el meteorólogo de guardia en Aemet comunicó que el aviso se volvía a activar “porque en la parte norte de la zona de l’Albufera se han observado precipitaciones torrenciales en la última hora”.
El funcionario añadió que también existían informes sobre un posible tornado en la zona de Alginet, después de que un compañero en Valencia relatara que en su casa “salieron volando persianas, ventanas y cascotes”.
El técnico de Emergencias reconoció no tener constancia de esos daños y restó importancia al viento:
“El viento hoy ha sido el menor de los problemas; habrá sido una ventolera puntual, pero no tenemos avisos sobre eso.”
Preocupación por la zona de Utiel-Requena y el río Magro
Durante la conversación, el técnico del 112 explicó a Aemet que la situación más crítica se vivía en La Plana de Utiel-Requena, calificándola como “la zona cero”.
“Es incluso imposible acceder porque las carreteras están cortadas, la A-3 está colapsada y hay barriadas inundadas por el desbordamiento del río Magro”, señaló.
Según los registros, el técnico insistió en la necesidad de conocer la evolución de las precipitaciones porque en algunos puntos “rozaban los 300 litros por metro cuadrado en 12 horas”.
El meteorólogo respondió que, aunque disminuían las descargas eléctricas, las lluvias seguían siendo muy intensas y que los modelos indicaban un desplazamiento del núcleo de precipitaciones hacia el noroeste entre las 18:00 y las 21:00 horas.
“Cualquier precipitación agrava mucho la situación”
El trabajador del 112 coincidió en que, con el terreno saturado, incluso 20 o 30 litros por hora podían empeorar gravemente la situación:
“El problema ahora es ese; ya no hace falta que caigan 50 litros. Cualquier lluvia corre inmediatamente porque el terreno no absorbe más agua.”
Aemet confirmó que las lluvias persistirían toda la tarde y madrugada en el interior norte de Valencia, aunque con tendencia a remitir por la mañana del día siguiente.
Posible impacto sobre la ciudad de Valencia
El técnico preguntó si el frente tormentoso podía alcanzar la capital:
“¿Esto va a evolucionar hacia el norte, va a tocar ciudad o cómo se ve la evolución?”
El meteorólogo respondió que la tormenta activa en l’Albufera tenía un movimiento lento hacia el noroeste, por lo que “no parece que vaya a pasar directamente sobre la ciudad de Valencia, sino un poco más al interior”.
En ese punto, el técnico del 112 confirmó que el litoral sur se mantenía en nivel naranja y que actualizaría el protocolo tras la llamada:
“Entonces ya… estoy tardando en ponerlo”, dijo el meteorólogo, añadiendo que había tomado la decisión “hace 15 minutos con el jefe de turno”.
Coordinación en tiempo real y necesidad de más información
La conversación concluyó con un compromiso de mantener contacto constante y compartir información actualizada para la gestión de la emergencia:
“Necesitamos la máxima información porque tenemos una reunión ahora y tenemos que valorar de qué manera podemos atacar todos los problemas que están teniendo allí”, afirmó el técnico del 112 antes de despedirse.
Parte del sumario judicial de la DANA
Esta comunicación forma parte del informe entregado por la Guardia Civil a la jueza de Catarroja, que instruye la causa sobre la gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024, un episodio que causó 229 fallecidos y cuantiosos daños materiales en la provincia.
Las transcripciones de llamadas entre Aemet, el 112 y el Consorcio de Bomberos son consideradas clave para reconstruir la cadena de avisos meteorológicos y decisiones operativas durante las horas críticas previas al colapso de los principales cauces y barrancos