Albaida clausura el centenario de la Coronación de su patrona, la Virgen del Remedio. El Arzobispo preside la fiesta de la patrona.
La localidad valenciana de Albaida ha celebrado la clausura del Centenario de la Coronación y el 125 aniversario del patronazgo canónico de la Virgen del Remedio. Además el Arzobispo de Valencia, mons. Enrique Benavent presidió la eucaristía solemne en la parroquia Asunción de Nuestra Señora de Albaida.
El pasado domingo, 6 de octubre, el arzobispo emérito de Zaragoza, mons. Manuel Ureña, natural de Albaida, presidió la misa con la que se clausuró el Año de la Coronación de la Virgen del Remedio.
A lo largo de este año, además de celebraciones litúrgicas, han tenido lugar diversos actos culturales como charlas, exposiciones, documentales, etc. Además, durante el mes de junio la patrona de Albaida recorrió todas las calles de la localidad y así los albaidenses, como señala el párroco, Luis Miguel Cerdá, “pudieron mostrarle su gran fervor y devoción”.
Por otro lado, ayer lunes se celebró la fiesta habitual de la Virgen del Remedio con una eucaristía presidida por el arzobispo de Valencia, mons. Enrique Benavent. En esta celebración se interpretó la ‘Missa del Centenari’ del compositor albaidí Javier Forner, recién estrenada con motivo de las celebraciones del Centenario. La pieza musical fue interpretada por la Agrupación Vocal ‘Eduard Torres’. Por la tarde, también se celebró la solemne procesión.
Patronazgo canónico y coronación
Desde el año 1678, Albaida, al verse protegido por los males que acechaban a esta ciudad, decidió proclamar como Patrona de la Villa, a la Virgen María, con el título de Remedio.
Y en 1894, Albaida solicitó a la Santa Sede, la ratificación del Patronazgo, que llegó el 9 de mayo de 1899, cuando el entonces Papa León XIII concede el Patronazgo Canónico de la Virgen María con el título del Remedio.
El día 13 de abril de 1924, el Papa Pío XI firmaba el decreto para que la Virgen del Remedio pudiese ser coronada. Finalmente, el 6 de octubre de ese mismo año, fue coronada la Virgen del Remedio por el entonces arzobispo de Valencia, Prudencio Melo.
