El nuevo Plan contra Inundaciones incorpora medidas inéditas inspiradas en testimonios de supervivencia
Nueve meses después de la DANA que devastó varios municipios de la comarca valenciana de l’Horta Sud, el Ayuntamiento de Aldaya ha aprobado un conjunto de medidas de obligado cumplimiento para los bajos de viviendas situadas en zonas inundables, con el objetivo de prevenir futuras tragedias y salvar vidas en caso de nuevos episodios meteorológicos extremos.
Estas nuevas exigencias se han incorporado al Plan Municipal contra Inundaciones tras analizar decenas de testimonios de vecinos que sobrevivieron gracias a soluciones improvisadas y a la rápida reacción de otros residentes durante la riada del 29 de octubre de 2024, que dejó un rastro de destrucción y dolor en el municipio.
Historias de supervivencia que inspiran una nueva normativa
Una de las historias más impactantes que ha impulsado el cambio fue la protagonizada por Amparo y su marido, quienes lograron salvar a su hija de 42 años, con movilidad reducida, gracias a un simple colchón hinchable que tenían en casa. “Estuvimos siete horas sujetando el colchón con ella encima. El agua helada nos llegaba a la boca. Pensé que se nos moría”, recuerda con emoción. Gracias a la ayuda de unos vecinos que acudieron de madrugada, los tres fueron rescatados con vida.
A escasos metros, Mónica, madre de dos niños pequeños, logró huir en el último momento utilizando una escalera que la llevó a una casa más alta. «Diez minutos más tarde y no lo contamos», afirma con contundencia. En la misma calle, el joven Carlos consiguió rescatar a la tía Trini, una anciana que se había encaramado a una cortina a dos metros del suelo para evitar ahogarse. “Esa noche sacamos a varias personas mayores y las llevamos a un piso alto abandonado para protegerlas”, recuerda.
Nuevas medidas de seguridad obligatorias para viviendas en bajos
A partir de ahora, todas las viviendas ubicadas en zonas con riesgo de inundación deberán cumplir dos requisitos clave:
Medida | Descripción |
---|---|
Zona seca segura | Espacio elevado, accesible desde el interior del bajo, a más de 2 metros del nivel del suelo, donde los residentes puedan refugiarse en caso de emergencia. |
Plataformas flotantes disponibles | Elementos como colchonetas, flotadores o chalecos salvavidas dentro de la vivienda, de fácil acceso y aptos para sostener el cuerpo humano durante horas. |
Una normativa con precedentes en hospitales
Según ha explicado el director general de Urbanismo de Aldaya, José Manuel Vázquez, estas medidas se inspiran en protocolos ya existentes en hospitales y centros sanitarios. “En un principio pensamos en dejarlo como recomendación, pero después de escuchar historias reales de supervivencia gracias a una colchoneta o una escalera, lo convertimos en norma”, afirma.
Las nuevas obligaciones afectan a todos los bajos vivienda situados en áreas identificadas como inundables en el nuevo mapa de riesgo del municipio, aprobado este verano. El incumplimiento podrá acarrear sanciones administrativas y, en caso de obras o reformas, será obligatorio incluir estos elementos en la licencia de habitabilidad.
Un plan con mirada a futuro y memoria del pasado
El barranco de la Saleta, que atraviesa el municipio, fue uno de los puntos más conflictivos durante la DANA de octubre. En pocas horas, el agua alcanzó hasta 1,60 metros en algunos domicilios y arrasó con todo lo que encontraba a su paso. La combinación de lluvia torrencial, infraestructuras insuficientes y falta de alerta efectiva generó un caos que se saldó con víctimas mortales, desapariciones y graves daños materiales.
Ahora, el Ayuntamiento de Aldaya busca anticiparse a fenómenos similares, que podrían repetirse dada la elevada temperatura actual del mar Mediterráneo, un factor de riesgo según han alertado los meteorólogos y los servicios de Protección Civil.
Un modelo que podría extenderse a otros municipios
La normativa pionera de Aldaya ya ha despertado el interés de otros ayuntamientos de la comarca, como Torrent, Chirivella o Catarroja, que se plantean incluir medidas similares en sus propios planes municipales de emergencia. “Hemos aprendido que no basta con limpiar el barranco o instalar sensores. Las casas deben estar preparadas por dentro para aguantar hasta que llegue el rescate”, concluye Vázquez.
Con estas acciones, Aldaya se posiciona como referente en prevención adaptada a la realidad de los vecinos, convirtiendo las lecciones de una noche trágica en normas que puedan evitar que se repita la historia.