El sector agrario capitaliza las críticas al acuerdo comercial de la Unión Europea con Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) después de que la Comisión presidida por Ursula Von der Leyen haya presentado este miércoles los textos legales que inician su proceso de ratificación y que en los próximos meses deberán someterse al voto del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) mantiene su frontal oposición al tratado por “el devastador impacto que tendrá sobre la agricultura y la ganadería europea, ya que supondrá la entrada con ventajas arancelarias de más importaciones en condiciones de competencia desleal que sustituirán a nuestros productos agrarios, que sí garantizan los máximos estándares de frescura, seguridad fitosanitaria, bienestar animal y sostenibilidad. Además, en vista del elevado número de interceptaciones de plagas y enfermedades que acumulan los cargamentos del Mercosur, esta apertura incrementará el riesgo de introducción de nuevos patógenos que amenazan con destruir nuestras plantaciones”.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que “la CE trata de embaucar a los gobiernos que están en contra del acuerdo, como Francia, Polonia e Italia, incluyendo compromisos de última hora que, viendo los precedentes, serán muy difíciles de cumplir. En primer lugar, dice que habrá reciprocidad entre las producciones europeas y foráneas, pero no se incluye una modificación de los requisitos sanitarios y fitosanitarios a las importaciones. También habla de cláusulas de salvaguardia, en caso de incrementarse un 10% los envíos o hundirse un 10% los precios, pero no precisa más y se trata de un mecanismo que requiere demasiadas trabas y tiempo para activarse. Y prevé una reserva de emergencia de 6.300 millones, porque hasta la Comisión es consciente de que perjudicará a sectores como la avicultura, el vacuno, porcino, arroz o cítricos”.
Pese a todos estos compromisos, Aguado responde que “no nos fiamos de las promesas lanzadas por la CE para minimizar las consecuencias negativas del acuerdo, sobre todo justo después de que haya sacrificado al campo ante las negociaciones sobre los aranceles con Estados Unidos, haya disparado la entrada de importaciones ucranianas y haya recortado el presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC), diluyéndola en un fondo único donde priman otras prioridades. No, esta CE no es de fiar porque en las elecciones europeas prometió que volvería a defender a sus productores y luego les ha asestado todas las puñaladas que ha querido”.
En este sentido, AVA-ASAJA reitera al Gobierno español y a todos los europarlamentarios españoles a que voten en contra de este tratado “mientras no se apliquen garantías reales y fehacientes que aseguren una reciprocidad total y una rentabilidad digna para los agricultores y ganaderos valencianos. Reforzar los vínculos con Iberoamérica es importante, pero no a costa de hundir a nuestros productores y de engañar a nuestros consumidores con importaciones que no son tan seguras y sostenibles”.
Valoración de ASAJA Nacional
ASAJA Nacional considera que la propuesta de la CE de aplicar de forma provisional el acuerdo comercial con Mercosur es “una enmienda a la totalidad al fracaso del pacto con Estados Unidos”. Según Pedro Barato, presidente de ASAJA, “Bruselas trata de desviar la atención cerrando deprisa y unilateralmente un acuerdo que lleva 25 años bloqueado”.
Además, ASAJA denuncia que esta fórmula es una “usurpación” de las competencias del Consejo, el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales. Al separar la parte comercial -que la Comisión aplica de inmediato- de la parte política, “se deja en suspenso lo único positivo del acuerdo: la obligación de cumplir con los compromisos climáticos de París, la normativa de deforestación o las reglas de carbono en frontera. Nos quedamos con un acuerdo puramente comercial que hace imposible competir con los modelos productivos de Mercosur. Sin garantías políticas y ambientales, los agricultores y ganaderos europeos estamos en clara desventaja”.