Las dos víctimas, vecinos de Valencia, ya han sido identificadas. El piloto contaba con más de 40 años de experiencia.
La tranquilidad de la mañana del pasado sábado en la comarca de Requena-Utiel se rompió de forma abrupta cuando un ultraligero se estrelló en una zona agrícola de la pedanía de El Pontón, en Requena. El siniestro, ocurrido en torno a las 11:25 horas, se saldó con la muerte de sus dos ocupantes, ambos vecinos de Valencia, y ha puesto en marcha una investigación oficial por parte de la Dirección General de Aviación Civil.
Según han confirmado fuentes del Ministerio de Transportes, la aeronave volaba sin plan de vuelo y sin asistencia, algo legal en este tipo de vuelos, lo que lo dejaba fuera del control de Enaire, el gestor de navegación aérea. Será, por tanto, Aviación Civil la encargada de esclarecer las causas del accidente.
Un piloto experimentado
El ultraligero siniestrado pertenecía al piloto fallecido, un hombre con más de cuarenta años de experiencia en el aire. Desde Airpull Aviation, la escuela de pilotos del aeródromo de Requena, han lamentado profundamente la pérdida y han destacado la trayectoria y profesionalidad del piloto. Su acompañante, también vecino de Valencia, participaba en lo que se describió como un vuelo privado de recreo.
Restos calcinados y un incendio sofocado
El impacto fue tan violento que la matrícula y gran parte de la estructura de la avioneta quedaron calcinadas. El accidente provocó un pequeño incendio en la zona agrícola que fue rápidamente controlado por efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, evitando así que las llamas se extendieran a cultivos cercanos.
Una investigación compleja
Desde el aeródromo de Requena señalan que la investigación podría prolongarse en el tiempo, ya que no se trata de un vuelo comercial ni de un trayecto registrado. No hubo comunicaciones por radio desde la avioneta ni grabaciones que puedan aportar pistas inmediatas. Todo apunta a que se tratará de un trabajo minucioso, analizando restos y posibles fallos mecánicos o humanos.
Mientras tanto, la comunidad aeronáutica local y los vecinos de Requena-Utiel lamentan la tragedia, recordando que, aunque el vuelo en ultraligero es una pasión para muchos, no está exento de riesgos.