Han pasado tres meses desde que la Plaza del Fumeral volvió a abrir sus puertas tras la devastadora DANA que, en octubre de 2024, golpeó con fuerza a la localidad de Catarroja.
El pasado 13 de marzo de 2025, esta emblemática plaza reabrió completamente renovada, marcando un antes y un después en la vida cotidiana del municipio.
Hoy, hemos estado con sus vecinos dónde la vida ha vuelto al corazón del barrio.
Los niños y niñas juegan y ríen, las familias se reencuentran en un entorno seguro y agradable, y las personas mayores vuelven a disfrutar de sus paseos y charlas al sol.
Todos ellos tienen algo en común, vivieron en primera persona el fatídico 29 de Octubre el paso de la DANA, una voraz lengua de agua que se llevó todo por delante.
Inevitables los recuerdos cuando pasaban ante esta Plaza y de como no podían ni salir a pasear ni podían llevar a sus hijos a jugar a ningún parque porque estaba todo destrozado.
Una renovación integral tras el desastre
La DANA arrasó con fuerza, dejando tras de sí una plaza completamente inservible.
El barro cubrió todo de lodo dejándolo impracticable, el mobiliario urbano quedó destrozado y la zona de juegos infantiles desapareció con el arrastre del agua.
Sin embargo, la respuesta de la Fundación Hortensia Herrero junto al Ayuntamiento de Catarroja, permitió iniciar un ambicioso proyecto de recuperación.
Gracias al convenio entre ambas entidades, se llevó a cabo una actuación integral de recuperación, no solo de la plaza, sino de su entorno y su zona de juegos.
Esta intervención ha sido una de las más destacadas en el marco del plan de reconstrucción de espacios públicos tras el temporal, demostrando que la colaboración público-privada puede dar frutos muy visibles y necesarios para la comunidad.
«El resultado es una plaza moderna, funcional y pensada para todos. Se ha ampliado la zona de juegos infantiles, permitiendo a más niños y niñas disfrutar del espacio simultáneamente»
«Además, se han instalado bancos y papeleras fabricados con materiales reciclados, se ha renovado por completo el sistema de alumbrado y de riego, y se han creado nuevas zonas ajardinadas que aportan frescura y belleza al lugar»
Sonia, vecina de Catarroja acude al parque casi todos los días con sus hijos:
«No sabes la ilusión que les hace venir a este parque tan colorido y bonito, menos mal que gracias a las ayudas privadas podemos hoy estar aquí, disfrutando con los peques»
Bernat, nació en Valéncia pero vive en Catarroja desde joven:
» Ya con mis años y con todo este horror no puedo andar muy lejos, tengo mal las piernas; este parque me va bien porque lo tengo cerca de casa y me vengo cada mañana a mi paseo y a sentarme a leer el periódico.
«Me emociono muchos días de pensar como estaba esto, ver a los niños jugar es lo más gratificante»
Un parque hecho a medida del vecindario
Tal y como nos corroboran los vecinos y vecinas presentes, uno de los aspectos más valorados ha sido la atención a sus sugerencias y necesidades cuando pensaron en la renovación.
A petición del vecindario, se sustituyó la tierra del suelo por un pavimento drenante, mucho más práctico y seguro, especialmente en épocas de lluvia.
Ikram, «Este nuevo suelo es más seguro y blando y con niños pequeños como mi hija que se cae varias veces estamos más tranquilos»
Esta mejora no solo previene futuros problemas de acumulación de agua, sino que también mejora la accesibilidad del espacio para personas con movilidad reducida o carritos infantiles.
El nuevo parque infantil, que se ha convertido en el epicentro de la plaza, ha sido diseñado e instalado por la empresa Saludes Parques Infantiles S.L., con sede en Alcácer.
Esta empresa ha trabajado en varios municipios afectados por la DANA, instalando sus característicos juegos coloridos, seguros y adaptados a todas las edades.
Un espacio para todos, símbolo de esperanza
La nueva Plaza del Fumeral ya no es solo un lugar de paso o de juego: es ahora un símbolo de resiliencia, comunidad y esperanza.
Las risas de los más pequeños, el encuentro entre generaciones y el uso continuo del espacio por parte de los vecinos son prueba de que la recuperación ha sido todo un éxito.
En palabras de muchos vecinos, la plaza “ha vuelto a ser el corazón del barrio”, y lo hace con más fuerza que nunca.
Este renacimiento no solo mejora la calidad de vida de quienes la disfrutan a diario, sino que también envía un mensaje claro: ante la adversidad, Catarroja sabe levantarse y mirar al futuro con ilusión.