Un joven rumano de 22 años se encuentra en estado muy grave tras ser atacado con un machete en la calle Viana, enpleno barrio de Velluters, el antiguo barrio chino de Valencia, uno de los barrios más degradados Valencia. El suceso ocurrió sobre las 19:30 horas del lunes 17 de noviembre cuando, según testigos presenciales, un hombre se acercó a la víctima y le asestó al menos cuatro machetazos antes de huir a gran velocidad en una motocicleta.
Los golpes alcanzaron un brazo, una pierna y la espalda del joven. La herida más profunda, en el brazo izquierdo, seccionó músculo y tendones y provocó una hemorragia masiva. Varias personas que se encontraban en la zona intentaron contener la sangre con prendas de ropa hasta la llegada de los servicios sanitarios.
Respuesta inmediata de emergencias
Minutos después de recibirse decenas de llamadas al 112 alertando de “un apuñalamiento con machete en plena calle”, varias patrullas de la Policía Nacional y dos unidades medicalizadas del SAMU y del Soporte Vital Básico (SVB) se personaron en el lugar. Los sanitarios lograron estabilizar al herido, que presentaba signos de shock hipovolémico, y lo trasladaron de urgencia al Hospital Universitari Doctor Peset, donde fue intervenido quirúrgicamente de madrugada. A última hora de esta mañana continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con pronóstico muy grave.
La Policía señala un ajuste de cuentas por drogas como principal hipótesis
Fuentes de la investigación confirmaron a este medio que el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial se ha hecho cargo del caso. Los agentes trabajan con la hipótesis principal de que el ataque responde a un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de estupefacientes.
La víctima, de nacionalidad rumana y 22 años, cuenta con un amplio historial delictivo que incluye detenciones previas por tráfico de drogas, robos con violencia y lesiones. Según las mismas fuentes, el autor del ataque ya ha sido plenamente identificado gracias al testimonio de varios testigos y a las cámaras de seguridad de la zona. Se trataría de un varón de entre 30 y 35 años que actuó sin mediar palabra y con el rostro parcialmente cubierto.
En el lugar de los hechos, dos agentes de la Policía Científica recogieron restos biológicos, huellas y un charco de sangre de más de dos metros de diámetro. También se localizó el machete utilizado –de unos 40 centímetros de hoja– abandonado a unos 150 metros del punto del ataque.
















