Calpe, un tranquilo municipio de la Costa Blanca, se encuentra sumido en el dolor tras una tragedia que ha conmocionado a sus habitantes. Este domingo, 14 de septiembre, un coche estacionado en una calle con pendiente de una urbanización de la localidad se deslizó sin control, arrollando a una madre que paseaba con su bebé de apenas 20 días en un carrito. El impacto, de una violencia devastadora, segó la vida de la pequeña y dejó a su madre en estado crítico.
El suceso ocurrió en una zona residencial de Calpe, conocida por sus calles empinadas, lo que podría haber agravado las consecuencias del accidente. La madre, de 32 años, sufrió heridas de extrema gravedad, incluida la amputación traumática de una pierna y un coágulo cerebral que la mantiene en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Dénia. A pesar de los esfuerzos de los equipos médicos, el bebé, trasladado de urgencia a la UCI neonatal del Hospital La Fe de Valencia, no pudo sobrevivir.
El drama se tornó aún más desgarrador al saberse que el padre de la criatura, de 35 años, y su otro hijo, un niño de apenas 4 años, presenciaron el accidente a escasos metros de distancia. Fuentes cercanas a la familia describen una escena de “dolor indescriptible” que ha dejado a los allegados en estado de shock. Equipos de apoyo psicológico han sido movilizados por el Ayuntamiento de Calpe para asistir a los familiares y a los testigos del suceso, en un intento por mitigar el impacto emocional de esta tragedia.
Una investigación en marcha para esclarecer las causas
La Policía Local de Calpe, en colaboración con la Guardia Civil, ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas del accidente. Según las primeras hipótesis, el vehículo, un turismo de tamaño mediano, podría haber tenido un fallo en el freno de mano o este no habría sido activado correctamente. “Estamos examinando todas las posibilidades, desde un fallo mecánico hasta un error humano”, señaló un portavoz de la Policía Local. Peritos especializados han inspeccionado el vehículo y la zona del accidente, y se espera que los resultados preliminares de la investigación se conozcan en los próximos días.
El lugar donde ocurrió el siniestro, una calle con una pendiente pronunciada, ha levantado preocupaciones entre los vecinos sobre la seguridad vial en la zona. Residentes han señalado que no es la primera vez que se reportan incidentes relacionados con vehículos mal estacionados en calles inclinadas, lo que ha llevado al Ayuntamiento a anunciar una revisión urgente de las medidas de seguridad en áreas similares.
Respuesta inmediata de los servicios de emergencia
La rápida actuación de los servicios de emergencia fue crucial para atender a las víctimas en un contexto complicado. Debido a la dificultad de acceso a la zona del accidente, el Ayuntamiento de Calpe tomó la decisión excepcional de abrir una parcela privada adyacente para facilitar la llegada de la ambulancia. Los sanitarios lograron estabilizar a la madre en el lugar antes de su traslado al Hospital de Dénia, donde permanece bajo cuidados intensivos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos médicos, la bebé no pudo superar las lesiones sufridas.
El despliegue de recursos incluyó la intervención de varias unidades de la Policía Local, los Bomberos de Alicante y personal sanitario del SAMU, quienes trabajaron contrarreloj para atender a las víctimas. “Hicimos todo lo posible, pero la situación era extremadamente grave”, lamentó uno de los sanitarios presentes en el lugar.
Un municipio en luto
La tragedia ha golpeado profundamente a la comunidad de Calpe, un municipio conocido por su ambiente tranquilo y su atractivo turístico. En las redes sociales y en los comercios locales, las muestras de condolencia y solidaridad con la familia afectada se han multiplicado. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial y ha anunciado que pondrá a disposición de los vecinos recursos de apoyo psicológico para quienes lo necesiten. Además, se está organizando una vigilia en memoria de la pequeña fallecida, que tendrá lugar en los próximos días en la plaza mayor de la localidad.
Organizaciones vecinales y colectivos ciudadanos han comenzado a movilizarse para exigir mejoras en la seguridad vial, incluyendo la instalación de barreras o señales adicionales en calles con pendientes pronunciadas. “No queremos que una tragedia como esta vuelva a ocurrir”, expresó un vecino durante una reunión improvisada en la urbanización afectada.
Un llamamiento a la prevención
Este trágico accidente ha reavivado el debate sobre la importancia de la revisión y el mantenimiento de los vehículos, especialmente en lo que respecta a sistemas críticos como el freno de mano. Expertos en seguridad vial han recordado la necesidad de comprobar regularmente el estado de los frenos y de asegurarse de que los vehículos estén correctamente estacionados, especialmente en zonas con pendientes.
Mientras Calpe llora la pérdida de una vida tan joven y reza por la recuperación de la madre, la comunidad se une en un mensaje de solidaridad y fortaleza. La investigación sigue su curso, y las autoridades han prometido esclarecer los hechos para evitar que tragedias similares se repitan en el futuro.