entra en vigor la Ley 11/2023, en línea con la Directiva Europea 2019/882, también conocida como Ley Europea de Accesibilidad.
Esta normativa obliga a que los servicios más comunes del día a día sean accesibles para todas las personas, especialmente para quienes tienen discapacidad o limitaciones derivadas de la edad.
Cambios clave en los cajeros automáticos
Los nuevos cajeros que se instalen a partir de ahora deberán cumplir una serie de requisitos de accesibilidad pensados para garantizar que cualquier persona pueda utilizarlos con facilidad, independientemente de sus capacidades físicas, visuales o cognitivas.
Entre los principales cambios destacan:
- Letras más grandes y contrastes más definidos en pantalla para facilitar la lectura.
- Audioguías e instrucciones por voz, accesibles con auriculares, pensadas para personas con discapacidad visual.
- Interfaz más intuitiva, con menús claros y sencillos, pensados para personas mayores o con poca experiencia tecnológica.
- Botones físicos en relieve y mejor distribuidos, facilitando su uso a personas con dificultades motrices.
- Pantallas con mayor brillo e iconografía clara, visibles incluso a plena luz del día.
- Altura adaptada en los terminales, para que puedan ser utilizados por personas en silla de ruedas.
Además, las entidades bancarias estarán obligadas a informar de forma clara sobre cuáles de sus cajeros cumplen ya con los nuevos estándares y cuáles están pendientes de adaptación.
Una transformación progresiva hasta 2030
Aunque la ley comienza a aplicarse desde el 28 de junio de 2025, no todos los cajeros cambiarán de un día para otro. La normativa establece que:
- Los cajeros antiguos podrán seguir funcionando hasta el 29 de junio de 2030, siempre que no superen los diez años desde su instalación.
- Durante ese tiempo, se deberán renovar o adaptar progresivamente los más de 47.000 cajeros existentes en España.
- El coste medio por adaptación oscila entre 1.500 y 3.000 euros por cajero.
Esto supone una inversión considerable, pero necesaria, para asegurar una inclusión financiera real y eliminar barreras que aún persisten en los servicios bancarios presenciales.
Más que cajeros: una ley que lo cambia todo
La Ley Europea de Accesibilidad no se limita solo al ámbito bancario.
También incluye cambios en los servicios de emergencias, el transporte público, el comercio electrónico, y la tecnología.
Algunos ejemplos:
- El número de emergencias 112 deberá ser accesible mediante voz, texto y vídeo en tiempo real desde cualquier país de la Unión Europea.
- Las páginas web y apps de transporte público deberán ofrecer información accesible sobre horarios y compra de billetes.
- Ordenadores, teléfonos móviles y sus sistemas operativos deberán cumplir requisitos técnicos de accesibilidad, como compatibilidad con lectores de pantalla.
- Las tiendas online deberán ajustarse a las directrices WCAG 2.1 nivel AA, que garantizan el uso del teclado o de tecnologías de apoyo.
Además, todos los profesionales del sector servicios deberán recibir formación obligatoria en atención a personas con discapacidad.
Sanciones si no se cumple la normativa
El marco legal contempla sanciones para las entidades o empresas que incumplan la ley, según su gravedad:
- Leves: entre 301 y 30.000 euros.
- Graves: de 30.001 a 90.000 euros.
- Muy graves: desde 90.001 euros hasta un millón.
Si una persona detecta que un servicio no cumple la normativa, podrá denunciarlo al Real Patronato sobre Discapacidad.
Con esta nueva legislación, España da un paso decisivo hacia una sociedad más justa, donde la accesibilidad sea un derecho garantizado para todos.
No solo mejorará la vida de millones de personas con discapacidad, sino que hará más sencillo y humano el acceso a servicios esenciales para toda la ciudadanía.