Torrevieja (Alicante).
La convivencia entre vecinos y animales se ha vuelto un problema en Torrevieja. La Policía de Medioambiente investiga la muerte de una treintena de gallinas y gallos envenenados, presuntamente tras ingerir comida adulterada en los parques y solares del municipio. Las aves forman parte de una colonia urbana que se ha descontrolado con el paso de los años y que hoy suma, según estimaciones municipales, más de 700 ejemplares.
“Envenenarlas es lo último. Mala gente hay en todos sitios que hace daño gratuitamente”, lamenta una vecina del barrio, mientras observa cómo los animales se mueven entre coches y jardines en busca de alimento.
Una plaga que nació hace más de 30 años
El origen de esta peculiar colonia se remonta a principios de los años 90, cuando el Ayuntamiento inauguró un parque con varios animales sueltos —patos, gansos y algunas gallinas—. Lo que comenzó como una atracción familiar se ha convertido con el tiempo en un problema de convivencia.
Tres décadas después, los gallos y gallinas se han multiplicado sin control, instalándose en calles, rotondas y zonas residenciales, alimentados por los propios vecinos.
“Son muy bonitas, pero es un desastre. Cada vez hay más porque la gente les echa de comer”, lamenta otra residente. “Tendrían que estar en el campo, no en plena ciudad”.
Un peligro para el tráfico y la salud pública
La presencia de estos animales en las calles ha provocado varios accidentes de tráfico, ya que los conductores intentan esquivarlos en zonas con mucho tránsito.
“Hace poco dos coches chocaron por culpa de unas gallinas junto al parque”, asegura un testigo. La situación, además, preocupa a las autoridades sanitarias, que advierten del riesgo de plagas y enfermedades por la falta de control veterinario.
El Ayuntamiento promete capturarlas sin sacrificio
El Ayuntamiento de Torrevieja ya ha adjudicado un contrato a una empresa especializada para capturar a las aves de forma segura durante el próximo año.
El objetivo es trasladarlas a un santuario animal, evitando su sacrificio. Sin embargo, los trabajos aún no han comenzado. “Hay muchas y muy higiénico no debe ser”, se quejan los vecinos, que piden una actuación urgente.
Una historia entre lo pintoresco y lo problemático
Lo que empezó siendo una estampa curiosa —gallos cruzando la calzada o cantando al amanecer en medio de la ciudad— ha terminado generando un debate sobre la convivencia, la protección animal y la salud pública.
Mientras la investigación por el presunto envenenamiento continúa, Torrevieja intenta devolver el orden a unas calles donde las gallinas, por ahora, siguen reinando con total libertad.