Por Baltasar Bueno
La alcaldesa de Valencia, la torrentina Maria José Catalá, se nos ha ido de fin de semana a Nueva York a “supervisar” –dice la panda de asesores que tiene- los cuadros de Sorolla que la Generalitat va a comprar a la Hispanic Society, sumida en un gran apuro económico.
Qué tendrá que ver el Ayuntamiento con una operación que es de la Generalitat y que va a engrosar su patrimonio, no el de la Corporación Municipal, que no pinta nada en un lance ingeniada por Mazón para autoblanquearse de las consecuencias de su irresponsable inacción el fatídico día del 29-0, huido e ilocalizable por sus subalternos al mando de las Emergencias, que sabían menos que él qué hacer en una riada, de las cientos que ha sufrido esta tierra a lo largo de la historia.
La Catalá se ha largado a Nueva York precisamente en un fin de semana en que, por fin, Feijoo ha dado orden al PP de Valencia de cargarse a Mazón. No tenía otra alternativa, por mucho que le pese a Tellado gran valedor mazonista, que pulsar el botón rojo después de que toda España viera por televisión el “funeral de Estado” por las 237 víctimas de la DANA, lo que en Valencia se piensa mayoritariamente de Mazón por su particular y verbenera tarde de la última riada.
Los pesos pesados del PP de Valencia han sido llamados a ver cómo se hacen a Mazón. Han tomado una primera decisión, han dado el primer paso para cargarse a Mazón, porque lo ha mandado Madrid. Han tardado un año. Nunca antes lo habían hecho. Una reunión importantísima en la que lo más lógico es que se haya acordado invitarle a dimitir, previo el aseguramiento de una salida pesebre.
En momento tan crítico, la alcaldesa Catalá ha puesto océano por medio y se ha largado a Nueva York de fin de semana, vivirá allí la divertida fiesta Halloween americana. No ha guardado un mínimo espacio de días de luto y dolor entre el tristísimo “funeral de Estado” por las víctimas de la Dana en su primer aniversario, ni se ha quedado a pasar los días memoriales de los muertos en Valencia, donde siempre ha sido tradicional que las autoridades visitaran los cementerios y los panteones municipales. Le apetecía más celebrar las astracanadas de Halloween de los muertos americanos.
La Catalá, como Poncio Pilato, no ha querido hacerle el trabajo sucio a Feijoo, ha evitado enfrentarse a Mazón, en política nunca se sabe qué va a pasar, en qué va a quedar todo esto. Con Mazón no ha sido tan exigente como lo fue cuando Rita Barberá. Es una opción más dentro de la guerra de guerrillas existente dentro del PP. Ahora, y de esto debería tomar buena nota la oposición, qué pinta ella y el Ayuntamiento en la operación de compra de cuadros de Sorolla de la Generalitat a la Hispanic Society y cuánta pasta nos ha costado su fin de semana y la de la corte que le ha acompañado a pasarlo un Halloween chachi de fiesta y compras.
















