El Monumento als Maulets se encuentra en la Avenida del Reino de Valencia (Avinguda del Regne de València), en el barrio de Monteolivete de Valencia, muy cerca del puente del mismo nombre.
Aunque históricamente los maulets eran simplemente los valencianos austracistas (sin connotación política moderna), en la Valencia actual el término «maulet» se asocia a veces con sectores del valencianismo político más identitario o independentista. El monumento, promovido por el Ayuntamiento de Valencia en época del PP (con Rita Barberá como alcaldesa), fue polémico en su momento por esta carga simbólica. Fue encargado por la concejal de Unió Valenciana Dolores García Broch en sustitución a una estatua de Primo de Rivera que había anteriormente y es un homenaje a la resistencia valenciana del siglo XVIII contra la pérdida de los fueros, y hoy es uno de los símbolos más visibles del valencianismo histórico en la ciudad.
¿Qué representa?
El monumento conmemora a los maulets, nombre con el que se conoce a los valencianos austracistas que lucharon del lado del archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), en defensa de los Furs del Regne de València (los fueros valencianos).
El símbolo más conocido de los maulets fue la batalla de Almansa (25 de abril de 1707), donde fueron derrotados por las tropas borbónicas de Felipe V. Tras la victoria borbónica, Felipe V abolió los fueros valencianos mediante el Decreto de Nueva Planta (1707), eliminando la autonomía del Reino de Valencia.
Por eso, el monumento es un homenaje a:
- La resistencia valenciana contra el absolutismo borbónico.
- La defensa de los fueros y la identidad propia del antiguo Reino de Valencia.
- Los valencianos que lucharon (y muchos murieron) por mantener sus leyes e instituciones propias.
¿Qué quiere hacer la alcaldesa Catalá?
Según hoy mismo nos ha confirmado fuentes del servicio de patrimonio histórico del propio Ajuntament de Valéncia próximamente las columnas serán quitadas de esta localización y llevadas al cauce del río Túria, a la altura del Museo San Pio V donde con otras pilastras y columnas que se encuentran en diversos puntos y quitando la fuente del principio de la Av de Constitución se quiere reconstruir parte de la «Tortada» o columnata de Goerlich existente en los sótanos de la Plaza del Ayuntamiento, pero reconstruida a varios kilómetros al norte de su emplazamiento original.
El proyecto avanzado en exclusiva por el propio Ayuntamiento a los diarios de Las Provincias y el Levante y del que poco se sabe conllevaría que los restos desperdigados por varios puntos de la ciudad de la antigua Tortada y ya localizados se juntarían en una especie de reconstrucción de las columnas y la fuente bajo del río, recordando la antigua plaza del Ayuntamiento.
Lo que nadie cayó es que las 5 mejores columnas las escogió de un almacén municipal del antiguo matadero de Borbotó donde estaban tiradas en el suelo y abandonadas la entonces concejal de Cultura Dolores García Broch que junto con un olivo y una fuente colocó en su centro una piedra valenciana como homenaje a la identidad valenciana, als maulets.
Eliminar parte del monumento
El Ayuntamiento despojará de las columnas al monumento para crear otro monumento, lo que habitualmente se llama «desvestir a un santo para vestir a otro».
Fuentes municipales aseguran que no repondrán ni reconstruirán nada y califican al parterre de «rotonda», así dejarán únicamente la piedra con la inscripción y la fuente, y dejarás la jardinería a su alrededor.
Catalá por tanto atropellaría de nuevo al valencianismo cultural en un nuevo sinsentido propio de quién ignora la historia del Pueblo Valenciano, de la que Catalá parece ir muy flojita…
Las entidades valencianistas consultadas por este diario en exclusiva ya han mostrado su rechazo total y han asegurado que «siguen batallando porque Catalá no ha cumplido su compromiso de poner en valor a Vinatea con paneles explicativos de su figura y mayor iluminación» y ahora «la toma contra la identidad valenciana».
La torrentina vuelve a generar polémica con el mundo valencianista al que no tiene precisamente contento tras sus homenajes a Estellés y no haber cumplido sus promesas electorales.
«Una decepción más de Catalá»
Una realidad para muchos de sus votantes que la ven como la mejor pupila de Ribó en muchos aspectos.
















