La libertad de prensa es un pilar fundamental de cualquier democracia, garantizando el derecho de la ciudadanía a estar informada de manera veraz e independiente. Sin embargo, durante la reciente celebración del Orgullo LGTBI+ en Valencia, el pasado 28 de junio de 2025, se han denunciado graves restricciones al trabajo periodístico, atribuibles a decisiones del gobierno municipal liderado por la alcaldesa María José Catalá.
La empresa AVEGAL, encargada de organizar la fiesta del Orgullo en la Plaza del Ayuntamiento con financiación pública, impidió a medios de comunicación realizar su labor, en lo que se considera un ataque directo a la libertad de prensa, con la aparente connivencia del consistorio valenciano.
AVEGAL impide en la plaza del Ayuntamiento a Noticias Ciudadanas poder trabajar
El evento, que debería haber sido una celebración de la diversidad, la igualdad y el respeto, se vio empañado por acciones que vulneraron derechos fundamentales.
AVEGAL, que recibió 20.000 euros del Ayuntamiento de Valencia (10.000 en 2025 y otros 10.000 previstos para el próximo año) para gestionar el acto, desalojó a Noticias Ciudadanas de una zona acotada, impidiéndoles grabar declaraciones de activistas del colectivo Lambda desde el escenario.
El responsable de AVEGAL justificó esta exclusión alegando que el medio no estaba incluido en un supuesto listado de prensa acreditada proporcionado por la concejala de Igualdad, Rocío Gil.
Este hecho no solo limitó el acceso al evento, sino que generó una situación de hostilidad, con el redactor rodeado por hasta cuatro personas de seguridad, lo que le llevó a abandonar el reportaje por sentirse increpado.
La actitud de AVEGAL, respaldada por el Ayuntamiento, plantea serias dudas sobre la transparencia y el compromiso de la administración de Catalá con la libertad de prensa.
Hostilidad municipal del equipo de Catalá a la prensa, a la información en libertad
Noticias Ciudadanas denuncia que no fueron incluidos en el grupo de WhatsApp municipal del Departamento de Prensa, lo que sugiere una exclusión premeditada. Este medio critica que el consistorio, liderado por Catalá y con el apoyo de sus socios de Vox, no solo permite, sino que fomenta prácticas que atentan contra la libertad de expresión. La cesión de un espacio público como la Plaza del Ayuntamiento a una empresa privada para un evento financiado con dinero público, sin garantizar el acceso equitativo de la prensa, es un ejemplo claro de opacidad y abuso de poder.
El argumento del Ayuntamiento de que se trataba de un evento privado para justificar la exclusión de los medios no es convincente. La fiesta del Orgullo, aunque organizada por AVEGAL, fue financiada con fondos públicos y celebrada en un espacio público, lo que implica una responsabilidad directa del consistorio en garantizar el cumplimiento de los derechos fundamentales, incluyendo el derecho a la información. Al ceder la gestión del evento a una empresa privada sin supervisión adecuada, el gobierno municipal incurrió en una falta de diligencia que permitió la restricción del trabajo periodístico. Esta actitud no solo contraviene los principios de pluralidad y transparencia, sino que también refleja un preocupante sectarismo en la gestión de eventos públicos.
Este incidente no es un caso aislado. Noticias Ciudadanas señala que el Ayuntamiento de Valencia, bajo el mandato de Catalá, ha mostrado un patrón de comportamiento que limita el acceso de ciertos medios a la información, vulnerando la ley de publicidad institucional y los principios éticos que deben regir la gestión pública. La exclusión de medios críticos, como este caso, sugiere una intención de controlar la narrativa y silenciar voces disidentes, una práctica que pone en riesgo los valores democráticos.
La celebración del Orgullo LGTBI+ debería ser un espacio de inclusión y respeto, pero las acciones de AVEGAL, respaldadas por el silencio del Ayuntamiento, contradicen estos valores. Impedir que un medio considerado “gayfriendly” cubra un evento de esta naturaleza no solo es un ataque a la libertad de prensa, sino también una afrenta a los principios de igualdad que el Orgullo representa.
La falta de una respuesta clara por parte de Catalá y su equipo refuerza la percepción de que el consistorio no solo tolera, sino que avala estas prácticas restrictivas.
En conclusión, el episodio ocurrido durante el Orgullo LGTBI+ en Valencia pone de manifiesto una preocupante deriva en la gestión municipal bajo el liderazgo de María José Catalá.
La censura a medios como Noticias Ciudadanas, la falta de supervisión sobre AVEGAL y la exclusión de ciertos periodistas de los canales oficiales de comunicación son señales alarmantes de un retroceso en las garantías democráticas.
La libertad de prensa no es negociable, y es responsabilidad del Ayuntamiento garantizar que todos los medios puedan ejercer su labor sin restricciones. Este incidente debe servir como una llamada de atención para exigir mayor transparencia y compromiso con los derechos fundamentales en la Valencia de Catalá.