Negocios de Algemesí y Massanassa, especializados en productos navideños, intentan superar las pérdidas causadas por las inundaciones para mantener viva la tradición.
El impacto de la DANA en pleno inicio de la campaña navideña
Con el inicio de diciembre, muchos comercios de productos navideños enfrentan un panorama sombrío en las zonas afectadas por la DANA. Las lluvias torrenciales del pasado 29 de octubre devastaron infraestructuras, dañaron materiales y destruyeron meses de trabajo. Aunque algunos han conseguido recuperarse en tiempo récord, otros, como una histórica empresa de belenes en Algemesí, han tenido que asumir la pérdida total de la campaña de este año.
Massanassa: una recuperación acelerada
En Massanassa, la empresa Sierra de Padelma, dedicada a la producción de cestas navideñas, logró reanudar su actividad en apenas 20 días tras quedar completamente inundada. La gerenta, Ana Vanesa Rodríguez, explica el monumental esfuerzo que supuso limpiar y rehabilitar su nave de 25.000 metros cuadrados, reemplazar maquinaria dañada y reabastecerse de materias primas.
“Lo perdimos todo: ordenadores, equipos informáticos, maquinaria… Todo quedó bajo 1,70 metros de agua. Gracias al apoyo de proveedores y más de 100 personas trabajando 24 horas, hemos conseguido salvar parte de la campaña. Aunque hemos perdido un mes, llegaremos al máximo posible de clientes”, afirmó Rodríguez.
La empresa, la única de su tipo en la comarca de l’Horta Sud, simboliza la resiliencia ante la tragedia. Sin embargo, la gerente reconoce que no será posible alcanzar las cifras previstas inicialmente.
Algemesí: una tradición en pausa
El panorama es más desolador para El Pesebre, un negocio familiar de belenes en Algemesí con más de tres generaciones de historia. Especializado en figuras, árboles y adornos navideños, este comercio ha visto toda su producción destruida. Silvia García, propietaria, y Josep Forner, cofundador, relatan el momento en que el agua arrasó con su almacén:
“Estábamos colocando los últimos adornos cuando vimos que el agua bajaba roja. No pudimos hacer nada. Las figuras han estado tanto tiempo sumergidas que se pelan o se deshacen”, comentó Forner.
Este año, El Pesebre no podrá abrir sus puertas, pero el optimismo sigue vivo. “Esto no es solo un negocio; es una pasión. Nuestra clientela dice que el Nadal no sería lo mismo sin nosotros. Vamos a volver el año que viene, con más fuerza e ilusión”, afirmó García.
La importancia del comercio local
La tragedia de la DANA ha puesto en evidencia la fragilidad del tejido comercial local, especialmente en negocios tan estacionales como los relacionados con la Navidad. La recuperación no solo depende de los esfuerzos de las empresas, sino también del apoyo de las instituciones y de la ciudadanía.
Mientras en Massanassa se celebra la reapertura parcial, en Algemesí la comunidad se moviliza para respaldar a sus comerciantes. “La tradición navideña va más allá de las figuras y adornos; simboliza el espíritu de superación y esperanza, algo que estas familias encarnan a la perfección”, comentó un vecino de Algemesí.
Mirando al futuro
Aunque las heridas de este año aún están frescas, los negocios afectados ya piensan en 2025. Silvia García y Josep Forner trabajan en planes para reactivar su actividad, conscientes de que su legado es parte de la identidad de Algemesí. En Massanassa, Sierra de Padelma ha renovado su compromiso con la excelencia y confía en cerrar el año con el mayor éxito posible.
El verdadero espíritu navideño no solo reside en las decoraciones, sino en la fortaleza para seguir adelante. ¿Qué más podría hacerse para apoyar a estos comercios locales en su recuperación? ¿Cómo podemos, como sociedad, ayudar a preservar estas tradiciones que tanto significan para nuestra comunidad?