Concierto «Morricone y 100 años de cine»
El pasado domingo, 4 de mayo, a las 19 horas, tuvo lugar en el Palau la Música de Valencia un concierto dedicado exclusivamente a la música de cine, interpretado por la Royal Film Concert Orchestra, dirigida por Fernando Furones. El título del concierto («Morricone y cien años de Cine«) es indicativo del repertorio que se pudo escuchar durante la velada musical.
Si bien es cierto que se interpretaron temas del maestro italiano y otros ajenos, encuadrados en el periodo de los primeros cien años de cine (a excepción de «El Señor de los Anillos»), en el programa de mano no se indicaba la autoría de ninguno de ellos, fiando al conocimiento previo del espectador o al de su manejo de la Wikipedia.
No obstante, se trata de un repertorio de memorables bandas sonoras clásicas reconocibles para un público «mainstream» aficionado a la música de cine.
Por las partituras desfilaban compositores insignes de la talla de Newman, Steiner, Jarre, Rota o Bernstein, y por supuesto, Morricone. La orquesta destacó precisamente con obras del compositor romano ofreciendo una versión ajustada de «Chi mai» (compuesta para Ia película «Maddalena», de 1971) y un muy conseguido crescendo en el tema «Rabbia e Tarantella», compuesto para el film «Allonsanfan» (1974) y recuperado por Tarantino para sus «Malditos bastardos«.
Notables fueron también las populares piezas de los westerns de Sergio Leone («El bueno, eI feo y el malo», «La muerte tenía un precio») a pesar de la extraña resolución de los emblemáticos silbidos de los temas principales (también en «El puente sobre el río Kwai») y la ausencia (comprensible) de la voz solista femenina en «El éxtasis de oro».
La orquesta se notó cómoda en los pasajes más sinfónicos y espectaculares («Rocky», «La gran evasión») con un entusiasta y entregado director al frente. Hubo hueco, además, para el lucimiento de de instrumentos solistas como el oboe («La misión»), la trompa («Titanic»), la trompeta («El padrino») y el violín («El Señor de los anillos»).
El público disfrutó y ovacionó en todo momento el repertorio elegido. En cambio, el oyente ya curtido en música cinematográfica, que tiene interiorizadas todas estas melodías a fuerza de escucharlas cientos de veces, notará ciertas carencias.
Echará en falta la epicidad de la percusión de «La conquista del Oeste»; el atavismo de las maderas en «Braveheart» o el misterio de la llamada de los timbales en «Lawrence de Arabia». Tal vez se muestre en desacuerdo con arreglos en melodías que no los necesitan o con transiciones forzosas entre leitmotivs en las suites orquestales.
Pero no importa, existe un público subjetivo para cada caso y hemos de congratularnos de que estas iniciativas sean cada vez más habituales (sin ir más lejos, en el mismo fin de semana se celebraba otro concierto de las mismas características) y que la música de cine llega a un mayor tipo de público.
Ojalá que hace unos años los que nos iniciamos en este apasionante mundo, hubiéramos tenido la oportunidad de disfrutar de un concierto como este.
Roberto Tortosa
El autor de esta crítica sobre el concierto «Morricone y 100 años de cine» ha pertenecido, como articulista, al equipo de redacción en publicaciones especializadas en música cinematográfica como Música de Cine o Rosebud Banda Sonora.
Ha colaborado también como crítico de cine en el diario Valencia Hui y ha escrito sobre música y bandas sonoras en la revista FTV; y sobre patrimonio histórico y cultural en la revista R&R, Rehabilitación y Restauración. También ha publicado microrrelatos en antologías colectivas.
Es autor, además, de los libros «La Valencia Insólita», «La Valencia Insólita 2» y «Conjuntos históricos de la Comunidad Valenciana».