Carlos Mazón denuncia que la reunión en Santander fue un paripé sin propuestas ni resultados para la Comunidad Valenciana.
Introducción: una conferencia sin contenido ni impacto
La Conferencia de Presidentes, celebrada recientemente en Santander, ha sido calificada como un «paripé» por diversos líderes autonómicos, entre ellos el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Según sus declaraciones, el encuentro estuvo marcado por la ausencia de propuestas concretas, la falta de preparación y la exclusión de temas urgentes, como las recientes riadas en la Comunidad Valenciana.
Con esta valoración, el presidente Mazón y otros representantes autonómicos cuestionan la utilidad de una reunión que, lejos de buscar soluciones, parece haberse convertido en una mera formalidad política.


Un evento sin contenido ni acuerdos
Carlos Mazón, en su intervención en las Cortes Valencianas, fue contundente: «Fuimos convocados a una conferencia sin propuestas, sin documentos previos y sin resoluciones aprobadas». La crítica pone de manifiesto el descontento por un formato que, según el líder valenciano, evidenció la falta de compromiso del Gobierno central con los problemas de las comunidades autónomas.
Mazón destacó que, por primera vez en muchos años, no se celebró una reunión preparatoria ni se presentaron propuestas por escrito. Además, el encuentro concluyó sin ningún acuerdo formal, algo inédito en la historia reciente de las conferencias de presidentes.
La exclusión de las riadas: una afrenta a los valencianos
Uno de los puntos que más indignación generó en la delegación valenciana fue la exclusión del tema de las riadas en el orden del día. Estas catástrofes naturales han afectado gravemente a la Comunidad Valenciana, dejando a muchas familias en situaciones críticas y causando cuantiosos daños materiales.
«No se nos permitió incorporar este tema en el orden del día, ni siquiera hablar de él un rato», señaló Mazón. Para él, esto es una muestra clara del desinterés del Gobierno central por atender las emergencias que afectan directamente a los ciudadanos.
La falta de preparación y diálogo
El presidente valenciano también denunció la falta de preparación del encuentro. Según Mazón, las comunidades autónomas ni siquiera recibieron documentación previa que les permitiera debatir de manera efectiva. «Nos convocaron con carpetas vacías. Así llegamos, sin propuestas del Gobierno y sin respuestas», afirmó.
Esta falta de contenido refleja, en palabras del presidente, una desconexión entre el Gobierno central y las necesidades reales de las autonomías. «El Gobierno ni siquiera quería estar allí», sentenció Mazón.
El tiempo de intervención: otra crítica
Otra de las quejas expresadas por Mazón fue la limitada participación que tuvieron los presidentes autonómicos en la conferencia. Según explicó, a los representantes de las comunidades autónomas, que en conjunto representan a más de 48 millones de personas, se les otorgaron apenas 10 minutos para exponer sus inquietudes.
Mientras tanto, Mazón criticó que «Pedro Sánchez dedica todo el tiempo del mundo a hablar con un prófugo de la justicia en Suiza a cambio de siete votos». Esta comparación subraya la sensación de desamparo que, según el presidente valenciano, sienten las autonomías frente a las prioridades del Ejecutivo central.
Consecuencias para la Comunidad Valenciana
La falta de acuerdos en esta conferencia representa una oportunidad perdida para la Comunidad Valenciana. Problemas estructurales, como la reforma de la financiación autonómica, siguen sin resolverse, afectando negativamente a una región que, año tras año, se encuentra entre las peor financiadas de España.
Además, la ausencia de soluciones claras para las riadas y las ayudas a los afectados agrava la situación de muchas familias valencianas, que continúan esperando respuestas y apoyo real.
Reflexión: ¿es necesaria una reformulación de la conferencia?
La Conferencia de Presidentes, en teoría un espacio de diálogo y cooperación interterritorial, se encuentra en una encrucijada. La falta de resultados concretos y el creciente descontento de los líderes autonómicos plantean la necesidad de replantear su formato y objetivos.
Desde la perspectiva valenciana, queda claro que este modelo no está funcionando. Carlos Mazón concluyó su intervención afirmando que «más nada que poco» es lo que se ha conseguido para la Comunidad Valenciana en esta última conferencia.
¿Es hora de reformar la Conferencia de Presidentes para que cumpla verdaderamente con su objetivo de resolver los problemas de las comunidades autónomas? ¿O estamos ante un formato agotado que necesita ser sustituido?