Cuántos dinero cuesta hacer la Maratón de Valencia

06/12/2025 | Redacción

Una carrera de 42 kilómetros y un sector de 1.500 millones

La Maratón de Valencia reunirá este domingo a unos 35.000 corredores en una edición que confirma no solo su peso deportivo, sino también su impacto económico. El llamado turismo de running forma parte de un sector que, solo en España, movió alrededor de 1.500 millones de euros en 2024, entre inscripciones, viajes, material deportivo, hostelería y servicios asociados.

Para muchos participantes, cruzar el arco de meta implica un esfuerzo que empieza mucho antes, también en el bolsillo. La factura total puede ir desde unos cientos de euros en el caso de corredores locales hasta los miles de euros que desembolsan algunos participantes internacionales que convierten la prueba en el centro de unas vacaciones completas.

El dorsal: entre 80 y 180 euros por inscripción

El primer gasto visible es el dorsal. En la Maratón de Valencia el precio de la inscripción se sitúa, según la fecha de compra y la modalidad, en una franja aproximada de entre 80 y 180 euros. Las tarifas suelen encarecerse a medida que se acerca la fecha de la carrera y se agotan los cupos más económicos.

Desde la organización defienden que el precio sigue siendo competitivo frente a otras grandes maratones internacionales. Miembros del comité organizador recuerdan que, pese a la elevada calidad de la prueba, “Valencia está todavía en torno a la mitad de lo que cuesta correr en Londres, Nueva York o Berlín”, donde la inscripción puede superar ampliamente los 250 o 300 euros.

Viajes y alojamiento: la gran partida para los corredores internacionales

El gasto se dispara cuando el maratón implica volar desde otro continente o viajar con la familia. Un corredor procedente de Costa Rica explicaba que el coste total de su aventura “ronda los 6.000 euros”, sumando vuelos, varios días de hotel, comidas, transporte y compras, sin contar los meses de preparación previa.

Otro participante, llegado desde Guatemala con su familia, calculaba que, “entre vuelos y compras”, la factura final se moverá “entre 6.000 y 8.000 euros”. En estos casos la carrera es solo una parte de un viaje más amplio, que incluye turismo urbano, compras y escapadas por la Comunitat Valenciana.

Para corredores nacionales el gasto es menor, pero igualmente significativo: billetes de tren o avión, gasolina y peajes si se viene en coche, además de dos o tres noches de alojamiento en la ciudad. La coincidencia con el puente de diciembre y la elevada demanda hotelera hace que los precios suban y complique encontrar habitaciones económicas de última hora.

Equipamiento: desde el conjunto básico a las zapatillas de élite

El equipamiento también pesa en el presupuesto. Según estimaciones del sector, un conjunto básico para correr una prueba como la Maratón de Valencia puede costar entre 100 y 150 euros, incluyendo camiseta técnica, mallas o pantalón, calcetines específicos y accesorios básicos.

El capítulo principal, sin embargo, son las zapatillas de running. Xavier Fustagueras, del departamento de marketing de ASICS, detalla que el calzado “va desde los 150 euros para modelos destinados a todo tipo de público, hasta los 270 o 300 euros en las zapatillas de competición más avanzadas”. Algunos corredores suman además un segundo par para entrenamientos, plantillas personalizadas o ropa de invierno, lo que hace subir aún más la inversión.

Varios participantes internacionales reconocen que solo en material deportivo pueden gastar cientos de euros al año. “Las zapatillas se pueden ir perfectamente a 800 euros si sumas varios pares de gama alta”, admitía uno de ellos.

Entrenadores, fisios y nutrición: la inversión invisible

Más allá de lo que se ve en la línea de salida, muchos corredores incluyen en su presupuesto una partida para preparación física profesional. Es el caso de quienes contratan entrenadores personales, planes online de entrenamiento o revisiones periódicas con fisioterapeutas para prevenir lesiones durante los meses previos a la prueba.

A esto se suman los gastos en suplementación y nutrición específica: geles energéticos, bebidas isotónicas, barritas, revisiones médicas, pruebas de esfuerzo o estudios de pisada. No todos los corredores asumen estos costes, pero quienes buscan mejorar su marca o debutar con garantías en los 42,195 kilómetros suelen destinar una parte del presupuesto a estos servicios.

Una experiencia que muchos repiten año tras año

Para los corredores habituales, la Maratón de Valencia es ya un ritual deportivo y emocional. Hay quienes acumulan seis o siete participaciones consecutivas y reservan el primer fin de semana de diciembre como una cita fija en el calendario. Para otros, es la primera experiencia fuera de su país: “Esta es mi primera maratón internacional”, explicaba un corredor centroamericano. Una atleta argentina confesaba que correr en Valencia “es una ilusión cumplida” y su “segunda maratón en España”.

Más allá de las cifras, el gasto se justifica, para muchos, como una inversión en vivencias. La combinación de clima, circuito rápido, ambiente de ciudad volcada con la prueba y proyección internacional hacen que la Maratón de Valencia se consolide como uno de los grandes motores deportivos, turísticos y económicos del calendario, con un impacto que, corredor a corredor, se traduce en mucho más que un simple dorsal.