Daños al patrimonio
Esta semana continúan los daños al patrimonio en el Mercado Central de Valencia, como consecuencia de los trabajos de reforma encargados por la Concejalía de Comercio bajo el mandato del anterior concejal de comercio, Carlos Enrique Galiana, a una empresa privada se han producido daños en las casetas exteriores 5-7 , un local que está en proceso de reforma integral local que ocupaba el Bar Super Gourmet durante años y que al cambiar el consistorio con la entrada de Ribó sufrió persecución, acoso y derribo que culminó en la extinción de la concesión en 2.016 desde ese momento la empresa lucha en los tribunales para recuperar la concesión manteniendo a día de hoy varios litigios abiertos con el Ayuntamiento y una vía de dialogo con el actual Consistorio Municipal.
Ya inició la posesión municipal del local con nocturnidad cortando con radial las persianas para tomar posesión del mismo, así como utilizando según parece martillos, lo que ocasionaron numerosos daños en los paneles cerámicos y en el propio local.
Con ello, cerca de 14 personas que trabajaban en la concesión fueron directamente al paro, la gran mayoría mujeres, y con una bandono total por parte del anterior alcalde Joan Ribó, que se negó a recibir a los afectados.
Siete años cerrado y de repente obras
Después de estar las casetas exteriores sin uso alguno cerradas durante más de 7 años, en Diciembre pasado de repente una empresa contratada por la propia concejalía comenzó el vaciado de lo que en su día fue el Bar Super Gourmet, sin permitir a los concesionarios recoger los enseres. Lo hizo argumentando que era ya propiedad del Ayuntamiento, unos bienes que se han deteriorado y actualmente no son utilizables, estando esta situación subyúdice.
Los trabajos se inician careciendo de permisos, y se paralizan varias veces ante las denuncias, realizando corte de calle con vallas sin exponer licencia de obras, trabajando en horario comercial, y con trabajadores sin ninguna medida de protección laboral, estando presentes los responsables de la concejalía, servicio técnico y vigilante, que permiten una y otra vez se cometan irregularidades en su presencia.
Finalmente existen daños al patrimonio como rotura de mármoles, azulejos y la ornamentación superior de las casetas.
En las obras actuales se ha cambiado el suelo, sin conocerse el destino del suelo original, y se están efectuando agujeros y pintado las persianas eliminando el antiguo grafiti histórico de una fallera que llevaba años en la fachada, todo sin mediar comunicación a Patrimonio.
Esta vez sí, se pidió un permiso de reparaciones y obras menores de los puestos exteriores, pero claramente se ha superado.
El Mercado Central y las irregularidades hacia el Patrimonio
Esta semana se han presentado en varias ocasiones la Policía Autonómica, en cuanto a su unidad de patrimonio, junto a arqueólogas y técnicos, que han dictaminado que el pavimento Nolla recuperado por este diario no corresponde con la totalidad arrancado de uno de los puestos interiores junto a la plaza central.
Las obras del puesto permanecen paradas desde hace un mes, perjudicando al vendedor. Fuentes próximas al propietario de la concesión indican que se pidieron permisos y estaban concedidos, añadiendo que nadie de la oficina técnica de la Llongeta ni los propios vigilantes del mercado y responsables le comunicaron que el pavimento tuviera algún valor y debiera conservarse.
El Mercado Central sigue en su techo con lonas publicitarias, y con soldaduras a su estructura original, así como pletinas sobre los sillares para poner pantallas de televisión y poner publicidad, algo prohibido por la ley de patrimonio al tener la catalogación de Bien de Interés Cultural.
Parece que el Mercado central ha sufrido el total abandono municipal los últimos años y nadie ha hecho cumplir la ley de patrimonio, personal y funcionarios y especialmente los técnicos de La Llongeta han mirado hacia otro lado irregularidad tras irregularidad, permitiendo en base a nos e sabe qué criterio de amiguismo desmanes varios.
