l número mágico: 33 diputados de un total de 99 declararon ingresos ligados al ladrillo en 2024. Más de un tercio del hemiciclo. Es decir, si hoy se convocase una comisión sobre vivienda, casi podríamos hacer dos grupos: los que legislan sobre vivienda y los que, además, se lucran con ella.
Pero claro, no todos ingresan lo mismo ni de la misma forma. Algunos lo hacen con cifras que apenas dan para un menú del día, mientras otros… bueno, mejor siéntate.
De la calderilla al pelotazo: los extremos de la balanza
- El más humilde: Benja Mompó (PSPV), con 57,64 euros. ¿Un alquiler de un armario? ¿Una habitación con vistas a una pared? Quizás sea simplemente una imputación fiscal mínima. Pero está declarado.
- La más exitosa: Dolores Peña (PP), con 48.537,91 euros por rendimientos inmobiliarios. Más que lo que cobra como diputada, que no es poco: unos 46.000 euros.
Entre ambos extremos, un desfile de nombres, partidos y cantidades:
Diputado/a | Partido | Ingresos por vivienda |
---|---|---|
Verónica Marcos | PP | 12.000 € |
Wenceslao Alós | PP | 11.929,46 € |
Mónica Álvaro | Compromís | 11.272,16 € |
Vicente Betoret | PP | 9.728 € |
Rosa Peris | PSPV | 8.256 € |
Miguel Barrachina | PP | 4.161,70 € |
María José Catalá | PP | 6.619,35 € |
Llanos Massó | Vox | 3.102,17 € |
Joan Baldoví | Compromís | 1.264,46 € |
Aquí hay de todo: consellers, alcaldesas, presidentas de las Corts, portavoces… y sí, todos con un pie en el Parlamento y otro en el mercado inmobiliario.
¿Quién gana más por partido?
Porque la política, como el fútbol, se mide en cifras y colores. Aquí los datos por siglas:
- PP: lidera el ranking con 14 diputados generando ingresos inmobiliarios. No es de extrañar, dada su presencia histórica en círculos empresariales y patrimoniales.
- Compromís: aunque en número absoluto tiene menos, casi la mitad de su grupo (7 de 15) saca beneficio de sus inmuebles. Curioso para un partido que suele hablar de vivienda digna.
- Vox: 5 de 13 (38,5 %).
- PSPV: 7 de 31 (22,5 %). Los más “comedidos”, aparentemente.
Pero el dato interesante no está solo en cuántos, sino en cómo lo declaran. Algunos lo desglosan por propiedad, tipo de ingreso, régimen fiscal. Otros… bueno, otros ponen una cifra global y a correr. Porque claro, esto no es la renta, es “una declaración informativa”. Informativa para quien tenga vocación de detective, claro.
¿Qué tipo de ingresos son estos?
A) Alquileres
La mayoría de las rentas provienen de alquiler de inmuebles, especialmente pisos en zonas urbanas o turísticas. El perfil clásico: político con segunda o tercera residencia, que alquila por meses o semanas, y lo declara religiosamente (o no tan religiosamente).
Algunas cifras parecen indicar alquileres continuos, otras quizá se correspondan con plataformas vacacionales o arrendamientos puntuales. Nada de esto se especifica. Porque, claro, ¿quién tiene tiempo para tanto detalle?
B) Ventas de inmuebles
Aquí la cosa cambia. Son operaciones puntuales, sí, pero jugosas:
- Adoración Llop: 22.850 € por venta de inmueble.
- Alfredo Castelló: 19.366,8 € por la venta de un 64 % de una vivienda (¡qué porcentaje tan específico!).
- Toni Gaspar: 14.811,86 € por la venta de su vivienda habitual.
- Llanos Massó: 19.338,16 € en algo llamado “regímenes especiales de imputación de rentas”, que suena más a menú degustación que a operación inmobiliaria.
Y luego están los casos menores: ventas de apartamentos, cobros modestos que, sumados al resto, van conformando un panorama más que interesante.
La gran pregunta: ¿es esto un problema?
Legalidad vs. ética
¿Es legal? Sí. Mientras se declare, se tribute y se informe, todo dentro de la ley.
¿Es ético? Bueno, ahí la cosa se complica. Porque mientras gran parte de la población se enfrenta a subidas de alquiler, imposibilidad de compra y listas de espera para vivienda pública, ver a sus representantes hacer caja con pisos vacíos o alquileres turísticos no es precisamente una postal de justicia social.
¿Hay conflicto de intereses?
Eso dependerá de qué leyes votan. Pero es evidente que si estás ingresando 12.000 euros anuales por alquileres, quizás no seas el más entusiasta de regular el precio del alquiler. O sí, quién sabe, la contradicción es un arte en política.
Pero espera… ¿y el resto del patrimonio?
Porque aquí solo estamos hablando de ladrillo, pero las declaraciones de 2024 también incluyen datos sobre planes de pensiones, acciones, intereses bancarios y letras del Tesoro. Algunos ejemplos:
- Toni Gaspar: además de vender su casa, se llevó 6.600 € en dividendos y 11.300 € por venta de acciones.
- Ana Vega (Vox): declaró intereses de 56,64 €.
- Michel Montaner (PSPV): 1,4 € en intereses. Un café en la máquina del Congreso.
- Joan Baldoví: ingresó 2.548 € en letras del Tesoro. Qué patriota.
Este complemento patrimonial solo añade otra capa a la cuestión: ¿puede alguien con inversiones financieras, propiedades y ventas bursátiles entender los problemas de quien ni siquiera puede pagar un alquiler?
Reflexión final (porque no podía faltar)
La política es representación. Y representar también es parecerse, al menos un poco, a quienes representas. Cuando uno de cada tres diputados valencianos gana dinero con pisos, alquileres o ventas mientras una parte creciente de la ciudadanía no puede acceder a una vivienda digna, el abismo se agranda.
La ley les permite hacerlo. El sistema también. Pero, ¿puede la ciudadanía confiar en que legislen con justicia cuando muchos ya ganan con el mercado actual?