1 de diciembre de 2025, 18:07 h | Redacción Comunidad Valenciana
La desaparición de una joven en una playa de Benicàssim continúa rodeada de interrogantes. Desde el domingo a mediodía, cuando varios testigos aseguraron haberla visto entrar al mar sin que nadie la viera salir, el caso ha pasado de un amplio despliegue de medios de rescate a la suspensión de la búsqueda a la espera de nuevos indicios.
El escenario que se encontraron los equipos de emergencia añade aún más misterio a lo ocurrido: en la arena, junto a la orilla, aparecieron unas zapatillas y, sobre ellas, varias prendas de ropa perfectamente dobladas, como si la joven se hubiera preparado con calma para entrar al agua.
Ropa doblada, pero sin móvil ni llaves
Según la información difundida por diferentes medios, en esa ordenada composición de objetos personales faltaban dos elementos clave: las llaves y el teléfono móvil de la chica. Un detalle que alimenta las dudas sobre qué pudo suceder realmente en la playa.
La imagen de las zapatillas en la arena, con la ropa meticulosamente doblada encima, ha dado la vuelta a la opinión pública y refuerza la sensación de que no se trata de una escena improvisada. Sin embargo, la ausencia de otros efectos personales deja abiertas distintas hipótesis, desde un posible baño voluntario hasta un gesto premeditado de desaparición, extremo que las autoridades no confirman.
Un dispositivo sin resultados y una búsqueda suspendida
Tras el aviso de los testigos, se activó un amplio operativo coordinado por Salvamento Marítimo, el Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón y la Guardia Civil. Embarcaciones de rescate y unidades especializadas de la Unidad de Rescate Acuático (URA) rastrearon durante horas la zona de Playachica sin encontrar rastro de la joven.
Pese al esfuerzo humano y material desplegado, el dispositivo no localizó ningún cuerpo ni indicio concluyente en el mar o en el litoral. Ante la falta absoluta de resultados y de nueva información relevante, las autoridades han decidido suspender la búsqueda de forma temporal hasta disponer de datos que permitan acotar mejor el escenario de la desaparición.
Sin denuncia de desaparición y un mar poco habitual en diciembre
Otro elemento que complica la investigación es que, en el momento en que se activó la alerta, no constaba ninguna denuncia formal de desaparición relacionada con la joven. Este hecho refuerza la posibilidad de que las autoridades estén manejando el caso con máxima prudencia, sin descartar que pudiera tratarse de una confusión o falsa alarma, aunque el hallazgo de la ropa y las zapatillas mantiene abiertas todas las opciones.
También ha llamado la atención que, en pleno inicio de diciembre, hubiera bañistas en la zona, un contexto menos habitual en esta época del año, aunque no imposible en jornadas de tiempo estable. Precisamente fueron esos testigos quienes dieron la voz de alarma al percatarse de que la joven no regresaba a la orilla.
Un caso pendiente de nuevos indicios
Por ahora, la desaparición de la joven en Benicàssim sigue siendo un misterio sin resolver. La suspensión del operativo no implica el cierre del caso, sino un paréntesis operativo a la espera de que aparezca alguna pista: una denuncia de familiares o amigos, nuevas imágenes, testimonios adicionales o cualquier rastro que permita a los investigadores reconstruir con mayor precisión lo ocurrido.
La Guardia Civil continúa recabando información y analizando todos los datos disponibles. Mientras tanto, en la localidad costera se mezcla la preocupación con la incertidumbre, y muchos vecinos confían en que, con el paso de las horas, se arroje algo de luz sobre una desaparición que, de momento, solo deja preguntas sin respuesta.
















