La Guardia Civil y la Agencia Tributaria recuperan 21 vehículos de alta gama valorados en más de un millón de euros ocultos en contenedores con destino a África.
La tranquilidad aparente del puerto de Valencia volvió a romperse esta semana con una operación de alto impacto que confirma la importancia de este enclave en las rutas logísticas del crimen organizado. En un golpe conjunto de la Guardia Civil, la Agencia Tributaria y la colaboración del Container Security Initiative (CSI) de Estados Unidos, se han recuperado 21 vehículos de lujo robados en América del Norte y ocultos en contenedores marítimos cuyo destino final era el continente africano.
Un hallazgo millonario camuflado como “muebles y colchones”
Los vehículos, valorados en 1,1 millones de euros, viajaban escondidos entre mercancías aparentemente inofensivas. En algunos casos se camuflaban como mobiliario, en otros, directamente se falsificaban los documentos de embarque para declarar mercancías distintas a los turismos sustraídos.
“El modus operandi consistía en hacer pasar los contenedores por envíos legítimos. Pero algo no cuadraba en los escaneos y al inspeccionar el contenido saltaron todas las alarmas”, explican fuentes próximas a la investigación.
Gracias a los controles rutinarios realizados por las Unidades de Análisis de Riesgo, formadas por miembros de la Guardia Civil y del departamento de Vigilancia Aduanera, se logró interceptar los contenedores antes de que salieran rumbo a puertos africanos.
Valencia, escala clave en la ruta del tráfico ilícito
Aunque los robos se produjeron en distintos puntos de Estados Unidos, el puerto de Valencia figuraba como punto de tránsito estratégico antes de que los coches fueran distribuidos a su destino final en África. Esto pone de relieve no solo el volumen de tráfico que maneja el puerto, sino también su relevancia en las rutas internacionales tanto legales como ilegales.
“Valencia se encuentra en un punto logístico privilegiado y eso la convierte también en un objetivo para redes de crimen transnacional”, señala un responsable del Container Security Initiative, que ha reforzado su colaboración con puertos europeos.
La ruta del lujo robado: de EE.UU. a África, pasando por la Comunitat
El esquema descubierto en esta operación es cada vez más frecuente. En los últimos años, se ha detectado un aumento de los robos de coches de alta gama en EE.UU., con un destino habitual: mercados del norte y oeste de África, donde estos vehículos pueden revenderse fácilmente con documentación falsa o bajo la cobertura de empresas pantalla.
El puerto de Valencia, por su tamaño y eficiencia, es uno de los lugares preferidos como parada técnica para reexportar cargamentos. Por ello, las autoridades insisten en la importancia de los controles preventivos y el cruce de información internacional, que en esta ocasión resultaron decisivos para frustrar la operación.
Así fue la operación: discreción, vigilancia y tecnología
Durante varias semanas, se hizo un seguimiento discreto a determinados contenedores sospechosos. Las unidades utilizaron tecnología de escaneo y verificación documental para confirmar sus sospechas. Al abrir los primeros contenedores, se encontraron vehículos que coincidían con alertas internacionales por robo.
“Encontrarse con un Porsche o un Range Rover envuelto en mantas y escondido entre colchones no es algo que pase todos los días. Pero desgraciadamente, cada vez es menos raro”, comenta uno de los agentes que participó en el operativo.
Los 21 coches serán enviados de regreso a Estados Unidos, donde serán devueltos a sus propietarios. Las investigaciones continúan abiertas para determinar si hay implicados en territorio español y si existen ramificaciones de la red en otros puertos europeos.
¿Quién compra coches robados?
Aunque cueste imaginarlo, el mercado de vehículos robados es un negocio multimillonario. En muchos países africanos, adquirir un coche de lujo importado resulta más barato que comprar uno local, si se recurre a canales ilegales. Los coches viajan con documentación falsificada y, una vez en destino, son casi imposibles de rastrear.
En palabras de un experto en crimen organizado internacional, “el tráfico de coches robados funciona como una línea logística paralela al comercio legal. La única diferencia es que nadie paga impuestos, los seguros pierden millones y los ciudadanos se quedan sin sus vehículos”.
Un paso adelante, pero no el final del camino
El éxito de esta operación en Valencia es, sin duda, un triunfo de la cooperación internacional y de los mecanismos de seguridad del puerto. Pero también evidencia que las redes de tráfico siguen activas y se adaptan constantemente a los controles.
“No podemos bajar la guardia. Hoy ha sido Valencia, pero mañana puede ser otro puerto europeo. Lo importante es mantener una red de vigilancia sólida y una colaboración constante con nuestros socios internacionales”, declaró un portavoz de la Agencia Tributaria.
Opinión ciudadana: ¿es suficiente lo que se hace?
Muchos vecinos de la ciudad han expresado su sorpresa al conocer la noticia. “Sabía que el puerto movía mucha mercancía, pero no imaginaba que se escondieran coches robados”, comenta Raquel Llopis, residente de Nazaret. Otros, como Luis, un transportista jubilado, lo ven como “una señal de que los controles funcionan, pero también de que hay que mejorar aún más la seguridad”.