Agentes de la Policía Nacional han detenido en Elche (Alicante) a un hombre de 38 años y a una mujer de 26 como presuntos autores de un delito de lesiones graves tras descubrirse que su hija, una menor de tres años, había sido sometida a una ablación genital. La intervención, presuntamente realizada fuera de España por motivos culturales o religiosos, ha provocado lesiones irreversibles en la pequeña.
Descubierta durante una revisión médica rutinaria
El caso fue detectado durante una revisión pediátrica de rutina. Según el informe médico elaborado por profesionales sanitarios de un centro de salud de Elche, en la exploración se observaron signos físicos cicatrizados compatibles con una mutilación genital femenina (MGF), una práctica ilegal y considerada una grave violación de los derechos humanos.
La información fue trasladada de inmediato al Juzgado de Instrucción y a la Fiscalía de Menores, que solicitaron a la Policía Nacional que iniciara una investigación.
La niña había llegado a España recientemente
La menor, residente legal en España junto a sus progenitores, había llegado al país en mayo de 2024. Hasta el momento de la revisión médica no se habían detectado sospechas por parte del entorno sanitario ni educativo.
Admisión de los hechos por parte del padre
Durante las entrevistas realizadas en el marco de la investigación, el padre reconoció que la ablación se había practicado por una cuestión “cultural o religiosa”, aunque evitó proporcionar detalles sobre el lugar o las circunstancias. Todo apunta a que la intervención se realizó fuera del territorio español, posiblemente antes de la llegada de la familia a España.
A pesar de ello, la legislación española contempla la persecución de este tipo de prácticas aun cuando se cometan fuera del país, siempre que afecten a menores bajo tutela de ciudadanos o residentes legales en España.
Lesiones irreversibles y riesgo vital
Los especialistas médicos que atendieron a la niña confirmaron que la ablación había causado lesiones permanentes. La mutilación genital femenina puede generar secuelas físicas, neurológicas y psicológicas muy graves, y se encuentra tipificada como delito en el Código Penal español.
Además de las consecuencias físicas, esta práctica representa una violación frontal de los derechos fundamentales de la infancia, protegidos tanto por la legislación española como por tratados internacionales.
La mutilación sigue siendo una amenaza real
Este caso pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de reforzar los mecanismos de detección y prevención de la mutilación genital femenina en España. A pesar de los avances legislativos, esta práctica clandestina sigue poniendo en riesgo a niñas residentes en territorio nacional, especialmente cuando se producen desplazamientos a países de origen durante las vacaciones.
Las fuerzas de seguridad y los equipos sanitarios cuentan con protocolos específicos para detectar y actuar ante este tipo de situaciones, pero la cooperación de la comunidad educativa, sanitaria y social sigue siendo clave.