La Policía Local de Valencia ha detenido a un hombre de nacionalidad argelina en la avenida de Serrería, en la zona marítima de la ciudad, cuando se disponía a embarcar su vehículo en un ferry con destino a Argelia. El turismo, de matrícula francesa y cargado hasta los topes con objetos electrónicos y de movilidad personal, levantó sospechas de los agentes de la Comisaría de Proximidad del Marítimo por obstruir la visibilidad del habitáculo y ocultar la placa trasera. Al acercarse, los policías detectaron un fuerte olor a hachís procedente del interior, lo que derivó en una inspección exhaustiva que reveló casi una treintena de efectos presuntamente robados, muchos de ellos procedentes de Francia.
Circunstancias de la detención
Los hechos ocurrieron en la tarde del sábado 22 de noviembre, durante un control rutinario en las proximidades del puerto de Valencia. El vehículo, un coche particular con placas francesas, circulaba de manera errática y con el maletero y asientos traseros abarrotados, lo que impedía al conductor una visión adecuada del retrovisor. Los agentes, pertenecientes a la unidad de proximidad marítima, procedieron a interceptarlo por infracciones de tráfico y posibles irregularidades.
Al realizar la aproximación, el olor penetrante a cannabis (hachís) alertó a los policías, que solicitaron al conductor, un hombre de unos 40 años y origen magrebí, que abriera el vehículo. El detenido, que mostraba signos visibles de intoxicación por drogas, no pudo presentar documentación ni justificantes de origen para los numerosos artículos apilados en el interior. Entre los objetos intervenidos destacan once vehículos de movilidad personal (patinetes eléctricos de marcas como Ninebot, Xiaomi, Hikerboy, Urban Glade, Ecoxtrem y Pure), seis teléfonos móviles (iPhone, Xiaomi y Nokia), un iPad, un ordenador portátil HP, tres bicicletas (Nakamura, Btwin y Scott), dos cadenas de oro, dos rodillos de ciclismo de entrenamiento Neatt y una televisión LED Oceanic.
El valor estimado de los bienes supera los 10.000 euros, aunque la investigación policial apunta a que su procedencia es ilícita, con varios de los patinetes y bicicletas coincidiendo con denuncias de robos en supermercados y parkings de Toulouse y otras ciudades del sur de Francia. El hombre afirmó haber adquirido los productos en un mercadillo de Toulouse a precios «rebajados», pero no presentó facturas ni pruebas que respaldaran su versión. Además, se le acusa de conducir bajo los efectos de estupefacientes, lo que agravará los cargos en su contra.
La ruta Valencia-Argelia de mercancías robadas
Esta detención no es un caso aislado en la ruta marítima Valencia-Mostaganem (Argelia), que se ha convertido en un corredor habitual para el tráfico de bienes robados en Europa. En diciembre de 2023, la Guardia Civil desarticuló una red similar que intentaba embarcar 17 bicicletas, 12 patinetes eléctricos, 11 ordenadores, una tablet y siete smartphones desmontados y ocultos en tres vehículos, valorados en 45.000 euros. En aquella operación, tres hombres argelinos fueron arrestados por receptación, y se confirmó que al menos siete bicicletas y un patinete procedían de robos en Francia. De manera similar, en noviembre de 2023, dos hombres fueron detenidos en Elche por robar patinetes de alta gama en Valencia con la intención de venderlos en Argelia, recuperándose ocho unidades valoradas en hasta 700 euros cada una.
Estos casos reflejan una tendencia al alza en el robo organizado de artículos de movilidad urbana y electrónicos, que son fáciles de transportar y demandados en mercados norteafricanos. La Policía Local y la Guardia Civil intensifican los controles en el puerto de Valencia, donde se embarcan miles de vehículos anualmente en esta línea regular operada por la compañía Algerie Ferries.
Repercusiones y próximos pasos
El detenido, que no tenía antecedentes en España pero figura en bases de datos francesas por delitos menores, fue puesto a disposición judicial por presuntos delitos de receptación de efectos robados y conducción bajo influencia de drogas. Los objetos intervenidos han sido depositados en dependencias policiales para su identificación por parte de las víctimas, y se ha alertado a autoridades francesas para contrastar con denuncias recientes.

















