Un acto de vandalismo ha generado una gran indignación en la provincia de Castellón. Un joven ha sido detenido por presuntamente fracturar una estalactita en el interior de les Coves de Sant Josep, uno de los enclaves turísticos y naturales más emblemáticos de La Vall d’Uixó. El incidente ha encendido las alarmas sobre la protección del patrimonio natural y el comportamiento incívico en espacios de alto valor geológico.
Un daño irreparable en un entorno único
Les Coves de Sant Josep albergan el río subterráneo navegable más largo de Europa y forman parte del patrimonio natural de la Comunitat Valenciana. La fractura de una estalactita no solo implica la pérdida de una formación milenaria que tardó siglos en desarrollarse gota a gota, sino también un atentado contra un ecosistema frágil e irreemplazable.
La intervención de la Guardia Civil ha sido inmediata tras conocerse el suceso, y el joven implicado ha sido puesto a disposición judicial. Las autoridades no han detallado aún si el acto fue intencionado o fruto de una imprudencia, aunque subrayan que los recorridos turísticos están debidamente señalizados y protegidos para evitar este tipo de incidentes.
Reacciones y consecuencias
El Ayuntamiento de La Vall d’Uixó ha mostrado su rechazo frontal a lo ocurrido y ha recordado que les Coves no solo representan un recurso turístico vital para la economía local, sino un legado natural que debe preservarse con la máxima responsabilidad.
Desde distintos colectivos ecologistas y culturales se ha exigido una revisión de las medidas de seguridad y concienciación en espacios naturales, así como una sanción ejemplar para el autor de los hechos. También se estudia si el acto podría constituir un delito contra el patrimonio.
Un llamado a la responsabilidad
Este incidente vuelve a poner sobre la mesa la necesidad urgente de reforzar la educación ambiental y el respeto hacia los espacios naturales. Las estalactitas y estalagmitas no son simples elementos decorativos: son el resultado de procesos geológicos que tardan siglos en producirse, y su destrucción es irreversible.