En el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemora cada 15 de junio, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha reclamado al Gobierno y a la sociedad civil acciones concretas para prevenir y combatir el maltrato hacia las personas mayores, especialmente aquellas con discapacidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis personas mayores de 60 años ha sufrido algún tipo de maltrato en entornos comunitarios durante el último año.
En España, sin embargo, solo el 4% de las personas afectadas denuncia.
Así lo recoge el informe “Violencia en la vejez: edadismo, abuso y maltrato hacia las personas mayores”, elaborado por HelpAge International España, entidad adherida a la PMP.
El teléfono gratuito del Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores (SEAM) —900 22 22 22— ha registrado más de 3.000 casos en 2024, la mayoría relacionados con abuso psicológico, negligencia y violencia económica.
El edadismo, una raíz estructural del problema
Para la PMP, el maltrato hacia las personas mayores es una de las formas más invisibles y normalizadas de violencia en nuestra sociedad.
Esta realidad se agrava por la presencia del edadismo estructural, un sistema de creencias, normas sociales y políticas que discriminan por razón de edad. Esta discriminación se vuelve aún más severa en el caso de las personas mayores con discapacidad.
Además, la Plataforma destaca que muchas mujeres mayores sufren violencia de género silenciada por décadas de normas patriarcales, dependencia económica y falta de acceso a recursos adaptados.
Según el Informe Anual 2024 del Defensor del Pueblo, las barreras sociales y estructurales impiden que estas mujeres puedan denunciar o escapar de situaciones de maltrato.
La vulnerabilidad no es inherente a la edad
La PMP subraya que la vejez no implica necesariamente vulnerabilidad.
“La condición vulnerable no es una consecuencia de la edad, sino de factores sociales, económicos, de salud o de discapacidad”, afirmó Jesús Norberto Fernández, presidente de la Plataforma.
Por ello, es necesario cambiar el paradigma de la longevidad, promoviendo una visión del envejecimiento como un proceso heterogéneo en el que cada persona envejece de forma diferente.
Promover el envejecimiento saludable no debe recaer exclusivamente en el autocuidado individual, sino también en el compromiso colectivo a través de políticas públicas, entornos accesibles y comunidades inclusivas.
Reivindicaciones clave para erradicar el maltrato
Entre las medidas que exige la PMP se encuentran:
- Políticas públicas eficaces y dotadas de presupuesto estable, para la protección de los derechos de las personas mayores.
- Campañas nacionales de sensibilización con enfoque de derechos y género.
- Capacitación de profesionales y cuidadores para detectar y prevenir el abuso.
- Fomento de la denuncia y el acompañamiento integral a las víctimas.
- Promoción de una cultura de envejecimiento activo, libre de estereotipos y prejuicios.
- Participación de las personas mayores en la toma de decisiones, como agentes de cambio y titulares de derechos.
La PMP recuerda que la toma de conciencia es el primer paso hacia el cambio.
“El bienestar de las personas mayores debe ser un compromiso colectivo, basado en el respeto, la seguridad y la dignidad”, concluye Fernández.